Iga Swiatek ha llegado a Riad dispuesta a cerrar una de las temporadas más regulares de su carrera en las Finales de la WTA 2025. La 6 veces campeona de Grand Slam, conocida por su serenidad y a la vez fiereza, describió las condiciones únicas de Arabia Saudí con una sonrisa, diciendo que la pista es "totalmente diferente" a cualquier otra del circuito. Tranquila pero concentrada, Swiatek inicia su campaña entre las ocho mejores jugadoras del mundo tras una temporada marcada por la excelencia y la resistencia.
La jugadora de 24 años llega a las Finales con un impresionante récord de 61-15 y más de 9,4 millones de dólares en premios, testimonio de su resistencia y precisión a lo largo de 2025. Su campaña se destacó con tres grandes títulos -Wimbledon, Cincinnati y Seúl- y un subcampeonato en Bad Homburg, además de otras cinco participaciones en semifinales, incluyendo Roland Garros, el Abierto de Australia y los principales eventos de la WTA 1000.
A pesar de no estar en liza por el número 1 del mundo, actualmente en manos de Aryna Sabalenka, Swiatek se ha asegurado el número 2 a final de año, consolidando su estatus como una de las fuerzas más fiables del juego. "La motivación y la salud nunca son lo más difícil. "Lo que realmente cuesta es mantener la energía después de once meses". Sus palabras no reflejan cansancio, sino la comprensión de una veterana del equilibrio en un deporte que exige viajes y concentración constantes.
En Riad, Swiatek parece decidido a disfrutar del ambiente tanto como de la competición. Las finales traen consigo una mezcla de partidos de alta intensidad y compromisos fuera de la cancha, desde sesiones con los medios de comunicación y sesiones fotográficas hasta clínicas benéficas con niños de la zona. "Te das cuenta de lo lejos que has llegado y de lo especial que es estar entre las ocho mejores jugadoras", explica. "A veces nos olvidamos de divertirnos porque siempre estamos compitiendo, pero eventos como éste me recuerdan esa faceta del juego".
Encontrar el equilibrio más allá de la línea de fondo
A lo largo de su carrera, Swiatek ha sido conocida por su meticulosa preparación y su mentalidad analítica. Sin embargo, en Riad mostró un lado más relajado, sonriendo mientras hablaba de sesiones fotográficas y actos benéficos. "Siempre me gusta la sesión de fotos", afirmó, admitiendo que, aunque no es su entorno natural, es un recordatorio de lo que ha conseguido. "Es especial, y me siento orgullosa de mí misma y de las demás jugadoras que han llegado hasta aquí".
Su habilidad para combinar concentración y ligereza ha sido clave para su éxito sostenido. Incluso cuando se adapta a las condiciones únicas de Riad, con su altitud y sus pelotas más lentas, Swiatek sigue siendo pragmática. "Es curioso, porque a veces parece un juego completamente distinto", bromea. "Pero me gustan este tipo de retos. Me mantienen alerta".
La temporada de la jugadora de 24 años ha estado repleta de momentos decisivos, desde su victoria en Wimbledon hasta su aguerrida remontada en Seúl, donde remontó una desventaja de un set para derrotar a Ekaterina Alexandrova. Cada torneo ha contribuido a su madurez y resistencia, rasgos que la han ayudado a mantenerse en lo más alto del tenis femenino durante tres años consecutivos. "Hay que recordar que hay que disfrutar del proceso. Los resultados no siempre llegan, pero el trabajo y el crecimiento son lo más importante".
De cara a la final, Swiatek sabe que los márgenes son estrechos y que el ambiente será intenso. "Todas las jugadoras se lo han ganado", afirmó. "No se puede dar nada por sentado, cada partido parece una final. Pero eso es lo que hace que este torneo sea tan emocionante. Sabes que estás compitiendo contra las mejores".
La seis veces campeona de un major ya ganó el título de las Finales de la WTA en 2023, derrotando a Jessica Pegula en la final por 6-1 y 6-0. Sin embargo, en 2024 fue eliminada en el Round Robin debido a un porcentaje de sets inferior al de sus rivales Gauff y Krejčíková.
Aunque el número 1 del mundo está fuera de su alcance, Swiatek sigue centrada en cerrar su temporada por todo lo alto. Ganar las Finales de la WTA añadiría un prestigioso título a un año ya excepcional y reforzaría su posición como una de las jugadoras más completas de este deporte. "Si puedo reunir la mentalidad y la intensidad adecuadas como hice en Wimbledon", reflexionó, "entonces sé que puedo hacerlo en cualquier parte".