Qinwen Zheng no pudo contener su alegría tras proclamarse campeona del
Zhengzhou Open, e incluso se atrevió a dar una serenata al público chino.
La estrella china del tenis no podía más que alegrarse tras su extraordinaria victoria en el Abierto de Zhengzhou, que supuso su primer título WTA 500 en casa.
El ruido externo derivado de la ruptura unilateral con Wim Fissette no parece estar afectando al rendimiento de Qinwen Zheng en la pista de tenis.
De hecho, parece no ser un problema para ella. Por el contrario, se encuentra en medio de una temporada extraordinaria que está brillando con luz propia, especialmente en su país natal. A principios de este año, se colgó la medalla de oro en los Juegos Asiáticos, y ahora, ha añadido otra pluma a su gorra al conseguir su segundo título profesional.
En la emocionante final de la WTA de Zhengzhou, Zheng se enfrentó a Barbora Krejcikova y protagonizó una increíble remontada que pone de manifiesto su inquebrantable espíritu de lucha y su capacidad para hacer valer su habilidad con los golpes en diversas situaciones y contextos. El resultado final fue 2-6, 6-2, 6-4 a favor de Zheng.
Con esta victoria, Zheng se ha colado por primera vez en su carrera entre las veinte mejores del mundo, lo que la convierte en la orgullosa poseedora del puesto 19 de la clasificación mundial.
Durante la semana en curso, Zheng aseguró su camino a la victoria con una serie de impresionantes victorias. En primera ronda, derrotó a la ucraniana Kateryna Volodko por 6-4 y 6-3. Su trayectoria continuó con una victoria en segunda ronda sobre la griega Maria Sakkari, por 7-6(2) y 6-3.
En cuartos de final, superó a otra ucraniana, Anhelina Kalinina, por un contundente 6-3 y 6-2. Su camino hacia la final se allanó en semifinales. Su camino hacia la final se consolidó en semifinales, donde acabó con las esperanzas de la italiana Jasmine Paolini al imponerse por 6-2 y 6-3.