“Creo que se ha acabado”: Caroline Wozniacki insinúa que su capítulo de regreso podría haber llegado a su fin

Caroline Wozniacki reapareció en una entrevista en Nothing Major —junto a John Isner y Sam Querrey—, donde habló sobre su regreso a las pistas tras tres años y medio alejada del tenis y sobre la nueva pausa que ha tomado en su carrera en 2025, tras anunciar su tercer embarazo con su esposo David Lee.

La ex número 1 del mundo se retiró por primera vez en 2020 y regresó a finales de 2023 —ya con 33 años—, compitiendo en varios torneos a lo largo de la temporada 2024. Sin embargo, a finales de año reveló que esperaba su tercer hijo y decidió hacer otra pausa, aunque no ha aclarado del todo si será una retirada definitiva o si aún contempla un último regreso a las pistas.

“Casi no toqué una raqueta durante tres años”, dijo en el podcast Nothing Major. “Quizá dos veces —antes, durante y después de tener a Olivia. Pero después de tener a James, quise ponerme en forma, así que pensé: vamos a golpear una vez por semana, por diversión.”

El regreso nunca fue solo para volver a ganar. “Decidimos viajar con los niños, que vieran lo que hago y crear recuerdos juntos”, explicó. La vida en el circuito ahora implica madrugones, rutinas escolares y sesiones de entrenamiento encajadas en la dinámica familiar. “Aunque esté cansada o enferma, siempre me presento. Quizá haga algo más ligero, pero estaré ahí. Estoy un poco loca en ese sentido, muy disciplinada. Hora de dormir a las 19:30, baño a las 19:00: así funciona. Todos prosperan con estructura.”

La danesa habló sobre la posibilidad de volver a jugar —ahora con 35 años— o si la pausa del último año ya es definitiva. “No, creo que se acabó”, afirmó, aunque no descartó del todo una sorpresa en el futuro y admitió que un regreso sería complicado. “Aún tengo mucho tiempo para decidir. Si creo que puedo volver a ponerme en forma, nunca digas nunca. Pero con tres niños pequeños, ya es un trabajo a tiempo completo”, explicó en el podcast.

Cuando Wozniacki alcanzó por fin la cima del ranking, tenía solo 20 años. Ocho años después, conquistaría su primer grande en el Open de Australia —una larga espera que marcó su trayectoria. Pero para ella, ambos logros tuvieron el mismo peso. “Creo que quería hacer ambas cosas”, dijo. “Todos quieren ambas. Pero una vez que fui número 1, lo siguiente fue: vale, no he ganado un grande todavía —ahora quiero un grande.”

“En términos generales, creo que ser número 1 debería ser más difícil de conseguir que ganar un Grand Slam. Para ganar un Slam, solo necesitas estar en tu mejor nivel durante dos semanas —y cualquiera puede tener dos semanas mágicas en las que juegue el tenis de su vida. Pero para ser número 1, tienes que ser consistente durante todo un año. Eso es mucho más difícil.”

Esa regularidad, más que cualquier título en particular, fue su sello. Durante 71 semanas, Wozniacki se mantuvo en la cima —entre superficies, temporadas y generaciones— mientras sumaba 30 títulos en su carrera.

Su triunfo de Grand Slam en Melbourne casi no sucede. “Perdí el primer set y estaba 5-1, 40-15 en segunda ronda”, recordó. “De algún modo remonté ese partido y, después de eso, sentí que estaba jugando con dinero de la casa.” Aquella remontada le cambió por completo la mentalidad. “Curiosamente, durante la final estaba bastante tranquila. Conocía bien a mi rival, yo estaba jugando bien y, después de salvar bolas de partido al inicio del torneo, pensé: pase lo que pase, pasará.”

Las condiciones fueron brutales, pero Wozniacki recuerda el momento con una sonrisa. “Hacía un calor increíble —31 grados cuando empezamos, y fue subiendo el calor y la humedad. Estábamos agotadas las dos. Al final, recuerdo pensar: a ver quién gana para poder irnos a casa.”

Después de que su rival fuera al hospital para una vía intravenosa, Wozniacki siguió celebrando. “Terminé de fiesta hasta las cuatro o cinco de la mañana —y luego tenía la sesión de fotos con el trofeo a las ocho. No sé por qué pensé que era buena idea. Definitivamente me arrepentí.”