Aryna Sabalenka, actual número uno del mundo, continúa consolidándose como la figura dominante del circuito femenino. Con seis finales disputadas en ocho torneos durante la presente temporada y un total de 11.118 puntos en el ranking WTA, la tenista bielorrusa ha establecido una ventaja considerable sobre su perseguidora más cercana, Iga Swiatek, a quien aventaja por casi 4.500 puntos.
Tras conquistar recientemente el título en el Abierto de Madrid, donde venció en sets corridos a Coco Gauff (6-3, 7-6), Sabalenka ha demostrado que su estilo de juego, basado en una notable agresividad y potencia, sigue siendo altamente efectivo en los grandes escenarios. No obstante, la propia jugadora relativiza el valor de la fuerza bruta en el tenis.
En la rueda de prensa previa al torneo madrileño, Sabalenka fue consultada sobre si se considera la jugadora que más fuerte golpea la pelota en el circuito femenino. Su respuesta dejó entrever una reflexión táctica:
“A veces la potencia no es la clave. Puedes golpear muy fuerte pero no en el objetivo correcto”, explicó.
Para ilustrar su punto, Sabalenka compartió una anécdota reveladora: un intento fallido de sesión de entrenamiento con el tenista ruso
Andrey Rublev, conocido por su intensidad desde la línea de fondo.
“Practiqué con Rublev y fue realmente intenso. Pensé: ‘Bueno, ya está, he terminado’. Abandoné a los cinco minutos”, relató entre risas.
“Sí, creo que los chicos sacan más fuerte, obviamente, pero la fuerza por sí sola no garantiza el éxito”, agregó.
Más allá de la anécdota, la campeona de tres torneos de Grand Slam destaca por haber equilibrado su habitual potencia con un mayor control y consistencia en el juego, algo que se ha traducido en resultados sólidos durante todo 2025. Aunque ha perdido tres de las seis finales disputadas, su regularidad ha sido la clave para dominar el ranking con firmeza.
El próximo reto de Sabalenka será mantener este nivel en los torneos de tierra batida, incluido Roland Garros, donde aspira a sumar un nuevo título de Grand Slam y consolidar aún más su posición de liderazgo en la élite del tenis femenino.