El regreso de Rafael Nadal a la pista por primera vez en 349 días en la competición individual fue un espectáculo soberbio y una muestra de que los aficionados siguen acudiendo en masa a ver al gran español.
Nadal se enfrenta a Dominic Thiem en su partido de vuelta en un asunto muy esperado y después de que tuviera una reacción soberbia en su derrota en dobles con Marc López, fue aún mayor para su eliminatoria de individuales.
Ante una multitud enfervorizada, Nadal asimiló la reacción de su legión de seguidores, muchos de los cuales portaban banderas españolas y parecían llorar al ver al 22 veces campeón de Grand Slam.
Todo ello antes de que comenzara a realizar su habitual rutina previa al partido, una imagen familiar para los aficionados al tenis y que se ha echado de menos. ¿Cómo le irá? Estén atentos para saberlo.