Era el partido más esperado por todo el mundo del tenis.
Carlos Alcaraz y
Jannik Sinner se veían las caras en las semifinales de
Roland Garros. Y no decepcionó. A pesar de vivir una primera parte del duelo llena de tensión y nervios, tanto por una parte como por la otra, finalmente se fueron a cinco sets y se lo llevó el español por 2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3.
El choque empezó siendo un monólogo del italiano. Consiguió romper el servicio de Alcaraz después de un primer juego muy apretado, pero a partir de ahí, se puso a arrollar. Llegó a estar 4-0 arriba, con un nivel estratosférico con su saque, ante un Alcaraz nervioso, fuera de ritmo y falto de ideas. Sin embargo, de repente empezó a jugar mejor y, tras ganar su primer juego, rompió el servicio de Sinner para ponerse 4-2.
Pero la alegría iba a durar poco. Estaba mejor, 40-15 a su favor, pero varios errores le condenaron y Sinner no lo desaprovechó para volver a colocarse con dos breaks de ventaja. Parecía que el último juego del set iba a ser tranquilo para el que será el nuevo número 1 del mundo a partir del próximo lunes pero desperdició dos bolas de primera manga con errores clamorosos. En cambio, no se vino abajo y en la tercera oportunidad que tuvo le endosó un 6-2 a Alcaraz.
El segundo set empezó calcado al primero, con un break para Sinner y su juego de servicio ganado para continuar ahogando al español. Aunque en el tercer juego, Alcaraz hizo el primer intento de cambio táctico en el partido, subió varias veces a la red después de sacar, algo que le salió bien ya que impidió que Sinner repitiera lo que había hecho en la primera manga ganándole cuatro juegos de manera consecutiva.
Ese momento pareció desbloquear algo en Alcaraz, que ganó tres juegos seguidos y lideró por primera vez un set durante el partido, ayudado por un pequeño bajón en el rendimiento de Sinner, pero también gracias a que puso una velocidad más. En un escenario muy parecido al del primer set pero con los roles completamente invertidos, Sinner se tensó y cometió más errores de lo que es habitual en él.
Al igual que el italiano unos minutos antes, el murciano tampoco desaprovechó la ocasión y se colocó 5-2, por lo que serían cinco los juegos seguidos ganados por él. Sinner no quiso dar su brazo a torcer y obligó a Alcaraz a sacar si quería igualar la contienda. Pero el número 3 del mundo y dos veces campeón de Grand Slam no tembló y puso el 1-1 en el marcador. Un nuevo partido al mejor de tres sets empezaba a partir de ese instante.
Desde el inicio del tercer set, Sinner siguió sorprendentemente muy fallón, lo que Alcaraz no dudó en aprovechar y rompió su servicio para ponerse 2-1. Sin embargo, tras un juego horrible, el italiano igualó el marcador y se dispuso a sacar. En ese momento empezaron los calambres para Sinner. En un tramo que Alcaraz lo tenía todo para romperle el saque y hacer la diferencia, pareció tener compasión y le regaló demasiados puntos. Un acalambrado y medio lesionado Jannik Sinner se seguía saliendo con la suya y se ponía 3-2 arriba. Aunque lo más difícil iba a estar por llegar con esos problemas físicos.
Pero no solamente se salvó de lo que podría haber sido una desventaja de 2 sets a 1 con molestias, sino que encima Alcaraz le regaló incomprensiblemente tres juegos seguidos, por lo que ahora era Sinner el que se encontraba con un liderazgo de 5-2 en una manga absolutamente imposible de predecir y en la que estaba pasando todo lo más inesperado posible.
Una vez más, en un escenario muy similar al del segundo set pero otra vez con los roles invertidos, Alcaraz obligó a Sinner a sacar para llevarse el tercer parcial, y así lo hizo el italiano, aprovechando la primera ocasión que tuvo para poner el 6-3 en el marcador. Carlitos no aprovechó el vacío de Sinner y el todavía número 2 del mundo, como hacen los grandes campeones, no perdonó y se lo hizo pagar.
El cuarto set fue de menos a más, en intensidad y en nivel de juego. Carlos Alcaraz fue intercambiando errores garrafales con puntazos inverosímiles, mientras que Jannik Sinner volvió a ser él mismo y se mostró mucho más consistente y regular. Ambos se mostraron sólidos con sus servicios hasta que, con 5-4 y 30-15 en el marcador, Sinner cometió un fallo clamoroso enviando un mate al pasillo de dobles y Alcaraz le dio la vuelta por completo a la tortilla para romperle el saque y mandar el partido a un quinto y definitivo set, que se preveía lleno de emoción, tensión y nervios.
El final del cuarto set pareció ser un antes y un después en el desarrollo del partido. Alcaraz se vino completamente arriba, recuperó toda la confianza y empezó el quinto demostrando que estaba por delante física y mentalmente, con un break en el primer juego de saque de Jannik Sinner. Con 3-1, el italiano tuvo alguna que otra oportunidad de reducir la brecha pero Alcaraz se mostró sólido y consiguió sacar el momento complicado adelante.
Carlitos consiguió mantener su ventaja hasta el 5-2, y como en el segundo set, Sinner obligó al español a sacar si quería ganar la manga, la grandísima diferencia era que en esta ocasión era para hacerse con el partido y clasificarse para nada más y nada menos que la final de Roland Garros. Pero el murciano pudo con la presión y con su rival, y consiguió el 6-3 para llevarse un encuentro para la historia.
En la final le podría esperar Alexander Zverev, con el que tiene un récord de 4-5 en contra, ha perdido el cuartos de final precisamente en Roland Garros, en 2022, y en la misma ronda en el Open de Australia de este año. Sin embargo, en la última vez que se enfrentaron, en cuartos también pero de Indian Wells, Alcaraz le pasó completamente por arriba.
La alternativa sería Casper Ruud, al que ya le ha ganado una final de Grand Slam, fue en el US Open 2022, y contra el que nunca ha caído en las cuatro veces que se han visto las caras. Sería la tercera final de Roland Garros para el noruego, las tres de forma consecutiva, después de haber perdido la de 2022 contra Rafael Nadal y la de 2023 frente a Novak Djokovic.