Holger Rune ha dado crédito a su nuevo entrenador,
Boris Becker, por su nuevo impulso tras su derrota ante Novak Djokovic el viernes por la noche por 7-5, 6-7 y 6-4 en el
Masters de Paris. Después de una mala racha de lesiones, enfermedades y pérdida de forma, ha demostrado que su nivel sigue ahí.
Tras alcanzar las semifinales de Basilea, cayó en los cuartos de final de París, después de que en los últimos meses apenas ganara un partido. Lo achaca a la nueva dinámica que comparte con la leyenda del tenis. "Nunca es fácil revertir una espiral negativa como la que atravesé, y él me ayudó a hacerlo", declaró a la prensa el número 7 del mundo.
"He vuelto casi de la nada, de un periodo en el que perdía siempre en primera ronda a un gran partido como éste contra Novak, cerca de mi mejor nivel. Hace dos meses, sin duda habría perdido este partido en dos sets. Esto demuestra lo lejos que he llegado. Fue una batalla similar a la del año pasado, salvo que esta vez fui un poco demasiado pasivo", añadió Rune sobre el choque contra Djokovic.
"Podría haber hecho algunas cosas de forma diferente, me faltó un poco de coraje en algunos momentos. Quizá también fue él quien me hizo ser más pasivo. Ahora tengo que analizar todo eso para volver más fuerte e intentar ganarle en Turín (en las ATP Finals)".