Carlos Alcaraz llegará a
Roland Garros como uno de los grandes favoritos a pesar de sus problemas físicos en el antebrazo derecho. Ya se le ha visto entrenando, con la mente puesta en el Grand Slam parisino. En el día de hoy, vamos a analizar las claves de por qué el murciano tiene buenas opciones de conseguir su tercer gran torneo.
La (posible) caída de las leyendas y las dudas de Jannik Sinner
Aún no ha habido un anuncio oficial, pero Rafael Nadal ya ha dado a entender que este será su último año como jugador de tenis profesional. El manacorí está jugando y encadenando torneos sobre tierra batida pero es una evidencia que ya no es el mismo de antes. Se le nota más afectado físicamente, aunque su tenis no ha desaparecido pero la edad pesa para todo el mundo y no es una excepción.
En el Conde de Godó, cayó en segunda ronda ante Alex de Miñaur. Un resultado previsible ya que era su primer torneo en más de tres meses y el australiano es uno de los mejores jugadores del mundo. En el Madrid Open, consiguió llegar hasta octavos de final, su mejor resultado en esta primavera, perdiendo contra un gran Jiri Lehecka. Mientras que en el Masters de Roma, ha sido completamente arrollado por Hubert Hurkacz en segunda ronda, que si bien no es un especialista en arcilla, sigue siendo una de las mejores raquetas del planeta.
Por lo tanto, no parece que, en una competición donde se juegan partidos a cinco sets, la leyenda del tenis español y mundial pueda aguantar el ritmo, encadenando horas y horas sobre la pista. Pero también ha demostrado en más de una ocasión que nunca hay que darlo por muerto.
Por su parte, Novak Djokovic llegará en su peor temporada desde, al menos, 2018, cuando tuvo problemas físicos y pensó en retirarse del tenis. Lo que no cabe duda es que está siendo uno de sus años de menos nivel. Aún no ha ganado ningún título y ha caído en tercera ronda de Indian Wells ante Luca Nardi y en la misma instancia en Roma frente a Alejandro Tabilo.
Por último, Jannik Sinner está siendo el mejor tenista del mundo desde hace unos meses. Sin embargo, tiene dos grandes inconvenientes de cara al Abierto de Francia. Está tocado de la cadera, lesión que le obligó a retirarse del Madrid Open y a tener que saltarse el Masters de Roma, el torneo más importante que se disputa en su país.
Además, nunca ha conseguido grandes resultados en los eventos más prestigiosos sobre tierra. En Roland Garros, la ronda más lejana a la que ha llegado es cuartos de final y fue en 2020. Mientras que en los tres ATP Masters 1000 que se juegan sobre esta superficie, nunca ha llegado al partido por el título. Tiene dos semifinales en Montecarlo (2023 y 2024), unos cuartos en Madrid (2024, que no pudo disputar por su problema en la cadera, como hemos comentado anteriormente) y también unos cuartos en Roma (2022).
Llega descansado
Apenas ha jugado cuatro partidos en lo que va de temporada sobre tierra batida. Esto puede ser malo, porque llega sin ritmo de competición, pero también llegará sin cansancio acumulado de encadenar torneos llegando lejos, como le ha podido pasar en otras ocasiones.
Solamente ha disputado el Madrid Open, llegando hasta cuartos de final, cuando perdió ante Andrey Rublev, mientras que se ha visto obligado a renunciar al Masters 1000 de Montecarlo, al Barcelona Open y al Masters de Roma.
Fuerza mental y el juego que se adapta
Para terminar, hay que decir que Alcaraz ha demostrado tener la suficiente fuerza mental y el nivel de tenis como para ganar un Grand Slam. Lo ha hecho en dos ocasiones, en el US Open 2022, con 19 años, cuando tuvo que asumir el papel de favorito por la ausencia de Novak Djokovic, jugándose el número 1 del mundo en la final contra Casper Ruud, y por aquel entonces ya demostró que estaba hecho para ese tipo de partidos y de momentos.
Y en Wimbledon 2023, ganándole nada más y nada menos que al propio Djokovic en el jardín de su casa, el día que buscaba escribir una línea más en los libros de historia del tenis, levantando por quinta vez consecutiva y octava en total el título en Londres, igualando en ambos apartados a Roger Federer. Pero un murciano de 20 años se lo impidió.
Por si fuera poco, ya ha triunfado en torneos relevantes sobre tierra batida. Tiene dos trofeos del Conde de Godó y otro par de ellos en Madrid, donde se convirtió en el jugador más joven de la historia en defender el título. Y aunque aún no ha conseguido ganar Roland Garros, el año pasado ya se vio que tenía todas las capacidades para hacerlo cuando cayó en semifinales frente a Djokovic por 3-6, 7-5, 1-6 y 1-6 después de sufrir calambres nada más empezar el tercer set.