Danielle Collins está en su último año como tenista, ya que la nativa de Florida anunció su sorprendente retirada a principios de esta temporada y se retirará después de 2023. Pero demostró lo que los aficionados echarán de menos cuando cuelgue la raqueta en su última victoria en el
Miami Open.
Collins se deshizo de
Sorana Cirstea y, aparte de Bernarda Pera en la ronda inicial, ha completado sus victorias sin apenas perder partidos ni sets. Incluso en esa eliminatoria, se llevó dos sets por 6-1 tras perder el primero. Derrotó a Anastasia Potapova y Elina Avanesyan antes de poner la mira en Cirstea.
La jugadora de 30 años se impuso por 6-3 y 6-2 y se enfrentará a Caroline Garcia en un cuadro de la WTA que se ha abierto de par en par con las caídas de Iga Swiatek y Coco Gauff en una misma noche. A pesar de la contundente victoria, parecía que Collins tenía ganas de hacer sombra.
Collins, que es bien conocida y puede ser una figura controvertida por mostrar sus emociones en la pista y algunas expresiones faciales soberbias que le han dado el apodo de DanYELL, lanzó un beso gracioso a los seguidores de Cirstea, que animaban activamente a la estadounidense durante la eliminatoria. Al final, fue Collins quien rió por última vez en la pista, al menos continuando con su magnífico estado de forma y con la inminente retirada demostrando por qué se la echará de menos.