Desde que
Maria Sakkari comenzó a trabajar con Sergi Bruguera, aquellos fantasmas que solían complicarla en las primeras rondas de los torneos importantes parecen haber desaparecido. Hoy derrotó a su amiga
Danka Kovinic de manera implacable: 6-0 y 6-1.
Para la montenegrina fue un shock estar en la pista, y no digamos ser abanderada después de una operación. Elogió a su buena amiga y dijo que se merecía una medalla, y espera que ahora se la traiga a casa para Grecia.
Al menos en la derrota, Kovinic fue brutalmente honesta sobre el merecimiento de su rival. Sakkari se enfrenta ahora a Yue Yuan por un puesto en la tercera ronda. "Estoy muy orgullosa de volver a la pista", declaró Kovinic. "Estuve a punto de operarme. Estoy de vuelta aquí, no al 100% como habéis podido ver, pero ya sabéis... Por algo se empieza."
"No quería perder la oportunidad de representar a mi país en los
Juegos Olímpicos. Porque es todo un honor y algo por lo que luchamos, ya sabes, con lo que soñamos".
"Somos buenas amigas, es una gran chica, tiene una gran deportividad", dijo Kovinic. "Le dije que se merece una medalla y que debe ir a por ella".
Mientras que para Sakkari, es algo más que un torneo. Se trata de completar un sueño de la infancia y que está incrustado en su psique deportiva.
"Grecia es la cuna de los Juegos Olímpicos, así que para nosotros representar a nuestro país en esta competición es algo muy especial", declaró Sakkari.
"Todas queremos llegar hasta el final y vernos con una medalla. Pero eso, ya sabes, está muy lejos en el futuro, y es algo en lo que no puedo pensar ahora mismo".
"Tengo grandes recuerdos [de Atenas 2004]", añadió.. "Fui a muchos partidos de tenis. En la final masculina estuve con mi padre y mi hermano en el público, con todos los chilenos. Fue muy intenso, pero una experiencia muy bonita".