Aryna Sabalenka,
Iga Swiatek y
Coco Gauff se han consolidado como las tres grandes referencias del circuito WTA en los últimos años. Así lo reflejan sus posiciones en el ranking, con el trío instalado en el top-3 por tercera temporada consecutiva.
No ocurría desde la era de Chris Evert, Martina Navratilova y Steffi Graf entre 1986 y 1988. Es la prueba del dominio que ejercen en la cima del tenis, repartiéndose una multitud de Grand Slams y títulos de categoría superior.
Intocables en la cumbre del tenis femenino
Aunque han ido alternando posiciones entre ellas, nadie más ha logrado cerrar la brecha y entrar en el top-3. Hay jugadoras al acecho para romper esa burbuja, pero todo indica que el dominio de Sabalenka, Swiatek y Gauff se prolongará al menos un año más.
Sabalenka ha firmado uno de los cursos más exitosos de su carrera. Los 1000 puntos sumados tras caer en la final de las WTA Finals ante Elena Rybakina consolidaron su número uno mundial. Cerró el año con 10.870 puntos, rozando por primera vez los 11.000 en su brillante trayectoria.
Estuvo en la pelea en todos los Grand Slams. Alcanzó las finales del Abierto de Australia y de Roland Garros, cediendo ante Madison Keys en Melbourne y frente a Gauff en París. Sufrió una sorprendente derrota ante Amanda Anisimova en semifinales de Wimbledon antes de culminar por fin en un grande, levantando su segundo US Open. A ello añadió dos títulos WTA 1000 en tres finales consecutivas, un indicador de su consistencia en la élite que explica su posición.
Quien también ha sido elogiada por su regularidad es Swiatek, que para sus altísimos estándares firmó una temporada irregular. Hubo dudas sobre si acabaría siquiera en el top-3. Llegó a la gira de hierba como número ocho del mundo tras un periodo muy decepcionante en tierra batida, donde se frenó su racha en Roland Garros. Una final en Bad Homburg la impulsó al cuarto puesto antes de Wimbledon, donde una Swiatek renovada arrasó hasta el título con una exhibición implacable. Volvió al top-2 y se jugó el número uno en el US Open tras conquistar Cincinnati. Sin embargo, una derrota en cuartos ante Anisimova frustró esa opción. Sumó un tercer título en 2025 en el Korea Open para apuntalar su segundo puesto mundial.
Esa plaza la había ocupado Gauff tras conquistar su segundo Grand Slam en Roland Garros. Deslumbró en tierra, con dos finales WTA 1000 en Madrid y Roma. A partir de ahí, su temporada se descarriló de forma abrupta. Se quedó sin victorias en hierba y sufrió en la gira norteamericana de pista dura. Su saque fue muy cuestionado y acumuló partidos resueltos por márgenes estrechos. La tendencia siguió en el US Open: encadenó su segunda eliminación en octavos tras caer ante Naomi Osaka. Su curso cambió en Wuhan, donde alzó su tercer WTA 1000 para mantenerse entre las mejores y recordar su calidad indiscutible.
¿Quién puede irrumpir en el top-3?
La candidata obvia tras las WTA Finals es Rybakina. La kazaja estuvo imperial en Riad, arrollando con un tenis eléctrico. Su saque y su derecha desbordaron tanto a Sabalenka como a Swiatek, derrotadas por una jugadora de 26 años en plena evolución antes de levantar el trofeo.
Elena Rybakina ganó el título de las WTA Finals 2025
Junto a ella, Anisimova merece máxima consideración. Empezó el año fuera del grupo de cabezas de serie en los Grand Slams y ha completado una campaña tan inesperada como espléndida. Dos finales de Grand Slam consecutivas, más un doblete de títulos en torneos de fin de semana WTA, la sitúan cuarta del mundo, a unos 500 puntos de su compatriota Gauff.
Además de ellas, otras figuras como Jessica Pegula, Jasmine Paolini, Madison Keys y Mirra Andreeva estarán en la pelea, mientras talentos como Victoria Mboko y Linda Noskova apuntan a prolongar su ascenso fulgurante en el ranking.