Bernarda Pera tuvo un estreno soñado en la
Billie Jean King Cup este sábado en Bratislava., Tras la victoria de Hailey Baptiste, la joven norteamericana superó con autoridad a Johanne Svendsen por 6-3 y 6-1 en poco más de una hora, otorgando a su equipo un contundente 2-0 parcial que resultó inalcanzable en la serie.
Sin sus principales figuras —Jessica Pegula, Danielle Collins y
Coco Gauff, quienes se retiraron o compiten en otros torneos en Europa—, el equipo estadounidense presentó una alineación joven y renovada. Emma Navarro, Peyton Stearns, McCartney Kessler y Ashlyn Krueger también estuvieron ausentes, lo que obligó a Pera y Hailey Baptiste a asumir el liderazgo. Pese a las bajas, las debutantes respondieron con creces.
Baptiste, sólida y decidida
En el primer turno del día, Hailey Baptiste impuso condiciones ante Rebecca Munk Mortensen. En su primer juego de servicio ya dejó claras sus intenciones, desarmando con facilidad a la danesa. El set inicial lo cerró con un rotundo juego en blanco tras poco más de 30 minutos.
Munk Mortensen intentó reaccionar en el segundo parcial, salvando un punto de quiebre y manteniendo su saque en el tercer juego. Sin embargo, la estadounidense no bajó la intensidad. Con una actuación firme y agresiva, Baptiste sofocó cualquier intento de remontada para sellar su victoria en una hora y 26 minutos.
“Creo que la clave fue mantenerme firme en lo que estaba haciendo", explicó Baptiste tras el encuentro. "Ella empezó a jugar mejor, más agresiva, con más tiros ganadores. Sabía que si seguía con mi plan y me mantenía enfocada, todo iba a estar bien".
Choque clave ante Eslovaquia
Este domingo, Estados Unidos se medirá ante la selección local, Eslovaquia, que cuenta con la experimentada Rebecca Sramkova como principal carta. A pesar de que el equipo anfitrión podría tener ventaja por la localía y experiencia, Pera y Baptiste ya demostraron estar listas para competir al más alto nivel.
En juego está un boleto a las Finales de la Billie Jean King Cup, que se disputarán en septiembre en Shenzhen. Con un debut prometedor y una actitud decidida, el equipo estadounidense busca dejar claro que, incluso sin sus figuras habituales, sigue siendo una potencia a temer.