Belinda Bencic completó una semana de ensueño en el
Pan Pacific Open, que le dio el 10º título de su carrera y la dejó a las puertas de un posible regreso al top-10. La suiza calificó la jornada de "déjà vu" en Tokio, tras derrotar este domingo en la final a Linda Noskova por 6-2 y 6-3 y sumar su 7º título WTA 500.
Tokio es un escenario especial en la carrera de Bencic, ya que fue medalla de oro precisamente en la misma sede hace 4 años, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (que en realidad se celebran en 2021). Allí, la helvética derrotó en la final a rivales como Barbora Krejcikova, Elena Rybakina y Marketa Vondrousova, y se llevó el oro para Suiza.
Bencic también había jugado la final del torneo en el mismo escenario hace 10 años. En aquella ocasión, una joven Bencic -de sólo 18 años- se enfrentó a la ex número 2 del mundo Agnieszka Radwanska, y la polaca se llevó la victoria por un contundente 6-2 y 6-2.
Sin embargo, esta vez la historia fue diferente y corrió a favor de Bencic, quien, 10 años después de la derrota final, logró alzarse con el título del Abierto Panpacífico. "Es muy, muy especial. Tuve un momento de déjà vu total en la pista porque literalmente tuve punto de partido en el mismo lado de la pista. Utilicé el mismo saque. Me repetía las mismas cosas. Fue un auténtico déjà vu. Fue realmente especial".
"Es fantástico volver a ganar aquí. Siento que Tokio y Japón son realmente como mi lugar feliz en mi carrera, y sólo un lugar donde tengo buen éxito, y me encanta estar aquí", dijo el suizo.
Bencic supera las expectativas con dos títulos en su año de regreso
Bencic ha sido sin duda una de las historias que han marcado 2025, el año de su regreso tras hacer una pausa en su carrera por maternidad. La suiza de 28 años estuvo ausente durante todo 2024, y solo regresó al final de la temporada para jugar un par de torneos ITF y coger ritmo.
Rápidamente, a principios de 2025, se puso manos a la obra para recuperar posiciones de privilegio en la clasificación de la WTA. Tras comenzar en el nº 42, realizó una gran campaña hasta los octavos de final en Adelaida y la 4ª ronda en el Abierto de Australia, recuperando rápidamente puestos en la clasificación. El mayor golpe llegaría apenas a principios de febrero, cuando levantó su 9º trofeo, en el WTA 500 Abu Dhabi Open, tras derrotar a Ashlyn Kruger en la final (4-6, 6-1, 6-1).
Tras su paso por Melbourne, Bencic ocupaba el puesto 157, mientras que al final de su campaña en Abu Dhabi ya había escalado hasta el 67, y con sólo tres torneos disputados en la temporada, 11 victorias y sólo dos derrotas.
Bencic siguió siendo un nombre respetado a lo largo de la temporada, logrando tres victorias contra tenistas del top-10 y alcanzando un más que respetable récord de 37-17. "No esperaba esto, está más allá de las expectativas tener ya dos títulos", comentó la ex número 4 del mundo. "Sí, estoy muy contento con mi temporada, por supuesto, quiero decir que es una especie de, ya sabes, empiezas a tener éxito y, obviamente, el síndrome del tenista es que siempre quieres más y entonces como que te olvidas de lo que ya has conseguido y siempre quieres más, así que está bien reflexionar un poco y dar un paso atrás y como que estar orgulloso de mí mismo también, y definitivamente lo estoy".
Bencic terminó como número 11 de la clasificación en vivo, y tendrá la oportunidad de volver al top-10 si logra levantar el título en el WTA 250 Hong Kong Open esta semana, torneo en el que recibió una wildcard y es la primera cabeza de serie.