La entrenadora de
Victoria Mboko, Nathalie Tauziat, ha sido decisiva en uno de los avances más llamativos de la temporada WTA 2025. Ex número 3 del mundo con fama de inteligencia táctica y longevidad, Tauziat ha aplicado un enfoque mesurado y metódico en la transición de Mboko, de promesa junior a aspirante de élite en el circuito profesional.
El ascenso de Mboko en 2025 fue rápido pero cuidadosamente construido. Empezó el año fuera del Top 300 y, con éxito temprano en el ITF, fue sumando experiencia y confianza antes de dar el salto al circuito principal. Su progresión reflejó un equilibrio entre potencia física y creciente lectura táctica, una combinación que le permitió competir con regularidad ante rivales mejor clasificadas.
“Victoria hizo algo increíble ganando en Montreal, y ahora tenemos que fijar objetivos aún más grandes”, dijo la ex finalista de Wimbledon en una entrevista con Clay Magazine. “Es top-20 del mundo, pero necesita seguir mejorando su juego.”
El gran momento llegó en el National Bank Open de Montreal, donde Mboko conquistó un título histórico en casa. El triunfo en un WTA 1000, logrado ante un cuadro con varias campeonas de Grand Slam, transformó de inmediato su trayectoria. También la consolidó como nuevo referente del tenis femenino canadiense, por delante de nombres más establecidos en la jerarquía nacional.
Al cierre de la temporada, Mboko alcanzó el mejor ranking de su carrera como número 18 del mundo, sustentado por un récord de 62–14 entre todos los niveles. Dos títulos WTA, cinco trofeos ITF y buenas actuaciones en varios torneos importantes confirmaron que su ascenso no fue fruto de una sola semana inspirada, sino de un rendimiento sostenido a lo largo del calendario.
Montreal, planificación y mantener los pies en la tierra
Pese a la magnitud del logro, Tauziat enfatizó que el resultado de Montreal no cambió de forma fundamental el enfoque interno del equipo. El torneo había sido señalado con antelación como una gran oportunidad, y las expectativas se gestionaron dentro de un plan de desarrollo más amplio, no como una ocasión única en la vida.
“No, absolutamente no. El torneo en Canadá siempre es importante, y sabíamos que iba a recibir una wild card. Hacerlo bien allí era uno de los objetivos de este año, y superó con mucho lo que esperábamos. Estábamos muy contentas. La clave fue pensar solo en el siguiente partido, en lo que viene, y ella hizo lo que hizo.”
Para Tauziat, la dimensión del título se hizo evidente solo a posteriori. Al inicio del año, el énfasis seguía puesto en pasos graduales antes que en pronósticos audaces, incluso cuando el nivel de Mboko subía semana a semana. “Si alguien me hubiera dicho al principio del año que iba a ganar un torneo grande como este, probablemente habría dicho: ‘Mira, hay que ir paso a paso’. Pero hizo esta cosa increíble, y ahora tenemos que fijar objetivos aún más grandes, sin duda. Es top 20 del mundo, pero necesita mejorar más su juego.”
Victoria Mboko luce con orgullo la bandera canadiense mientras sostiene el trofeo tras ganar el Canadian Open 2025
Prioridades de desarrollo y el panorama moderno de la WTA
Más allá de los resultados inmediatos, Tauziat ha identificado un desarrollo integral como foco central de la siguiente fase de Mboko. La depuración técnica, las mejoras físicas y la atención al desplazamiento siguen como prioridades mientras la canadiense se adapta a las exigencias de un calendario más largo y físicamente intenso. “Bueno, tiene que trabajar muchos aspectos: saque, derecha, revés, lo de siempre; debemos mejorar su juego en conjunto. Además, debe progresar físicamente, pequeños detalles de movimiento. Tenemos tiempo.”
Tauziat también sitúa el avance de Mboko dentro de una evolución más amplia del tenis femenino. El aumento de la intensidad física y la potencia ha redefinido el circuito, mientras que la profundidad de la competencia y la expansión del calendario han hecho que la regularidad sea más difícil que en épocas anteriores.
“Las chicas están mejor físicamente que antes y pegan más fuerte a la pelota, pero no creo que a veces jueguen tan inteligentemente; ese es el cambio, en mi opinión. El circuito en conjunto es más difícil que antes: más torneos, torneos más largos… Es diferente.”
Al preguntársele por el panorama actual de la WTA y la ausencia de una rivalidad dominante (como Sinner-Alcaraz en el circuito masculino), Tauziat señaló el equilibrio competitivo como una fortaleza más que una debilidad, tanto para el público como para el atractivo general del deporte. “El estadio estaba completamente lleno para la final de Montreal, la gente lo disfrutó mucho. No creo que sea una desventaja. La gente no sabe quién va a ganar… Pero en el masculino tampoco lo sabes.”
Su aprecio por la generación actual se extiende a varias jugadoras cuya mentalidad y versatilidad destacan, cualidades que valora tanto como exjugadora como en su rol de entrenadora de la próxima ola. “Me gusta la mentalidad de Coco Gauff. Es una luchadora en la pista. Vi su final en Roland Garros, jugó con mucha inteligencia”, dijo la entrenadora francesa. “No conozco personalmente a Emma Navarro, pero me gusta su juego: puede hacer de todo. También Jasmine Paolini, me gusta su temperamento. Disfruto viendo a muchas jugadoras.”