La ex ganadora de 14 Grand Slams y leyenda del tenis español,
Arantxa Sánchez Vicario, ha sido condenada a dos años de prisión con suspensión de pena tras ser declarada culpable de fraude. Pero no irá a la cárcel tras aceptar saldar sus deudas. La ex tenista, de 52 años, aceptó saldar los 6,6 millones de euros (5,6 millones de libras) que debía y se ha enfrentado a una serie de batallas legales relacionadas con la evasión fiscal y el fraude desde 2009.
Su ex marido, al que inicialmente culpó, Josep Santacana, también fue condenado a tres años y tres meses de prisión. Se divorciaron en 2019.
Pero el tribunal dictaminó que Sánchez Vicario "en todo momento tuvo bienes suficientes para cubrir la deuda" y sólo se libró de la cárcel porque asumió la responsabilidad de los hechos y aceptó pagar las deudas al final. "Hice lo que él me dijo que hiciera, porque yo soy tenista, no tengo conocimiento de bienes ni de empresas ni de nada. Confié en mi marido", dijo Sánchez Vicario culpando a su ex marido el pasado mes de septiembre. Pero no pudo ser absuelta al considerar el tribunal que "tenía pleno conocimiento de lo que se hacía con su patrimonio", lo que ahora se confirma al ser declarada culpable.
Pero aún así se ha encontrado en el lado equivocado de la ley a lo largo de su tiempo de retiro y ha esquivado la cárcel en este caso. Sin embargo, no podrá evitar que se trate de una gran mancha en el nombre de una de las más grandes tenistas españolas de todos los tiempos.