El Open de Ginebra ha comenzado de forma extraña este lunes. Cuando Adrian Mannarino se enfrentó a Filip Krajinovic, de repente el juez de silla bajó para mirar si un golpe había sido dentro o fuera y le preguntó al propio Mannarino que qué opinaba.
Mannarino dijo que la pelota de Krajinovic estaba dentro y no esperaba más acción, pero el árbitro le dijo que de hecho estaba fuera, aunque le dio la opción de conceder el punto.
Krajinovic, como era de esperar, no estaba contento, y Mannarino tampoco parecía muy preocupado por la posible anulación del punto. Esta temporada el arbitraje en tierra batida ha sido dramático, pero debido a la organización y también a la falta del ojo de halcón.