La última participación de
Daria Saville en el Australian Open Tennis Podcast dejó algunos de sus comentarios más esclarecedores hasta la fecha, entrelazando sus propias experiencias con lesiones con observaciones afiladas sobre Holger Rune y
Jack Draper. Reaccionó con sorpresa al hablar de la intensidad de Rune, admitiendo que estaba “un poco en plan wow” tras ver la mentalidad del joven danés después de la lesión. La perspectiva de Saville tiene peso, moldeada por incontables ciclos de rehabilitación que ha soportado a lo largo de su carrera.
Sus reflexiones sobre el burnout fueron especialmente certeras. Como explicó, “Ya has estado lesionado y él va a tener un poco de burnout si sigue así”, y añadió que sigue creyendo que Rune está “literalmente cortado por otro patrón”. Su preocupación procede de la experiencia vivida: el peaje psicológico de largos meses en el gimnasio y el desgaste emocional de intentar volver rápido. Señaló cómo la motivación inicial se desvanece, algo que, dijo, muchos deportistas confiesan en privado.
Saville describió la prisa posoperatoria de un modo que trasciende el tenis. Recordó decir a amigos cómo los jugadores se sienten “súper motivados después de la cirugía y en el gimnasio”, pero después de una semana asumen la realidad: “Tengo que hacer esto durante nueve meses”. Es ese precipicio emocional, advirtió, al que Rune podría enfrentarse a pesar de su impulso poco común. Subrayó la importancia de mantener el equilibrio, diciendo que los deportistas “casi tienen que encontrar algo fuera del tenis para llenar tus días”.
Cuando la conversación giró hacia Jack Draper, Saville habló con admiración por sus herramientas y su trayectoria. No dudó al elegirlo como estrella del futuro: “Me voy a quedar con Jack Draper”, dijo con confianza. Señaló su gran saque, la ventaja de ser zurdo y la solidez desde el fondo, cualidades que cree que podrían permitirle unirse a Carlos Alcaraz y Jannik Sinner en la cima. Para Saville, la única pieza que falta es la continuidad: “Necesita una temporada completa en pista y poner su cuerpo a punto”.
Rune: hecho de otra pasta, pero no indestructible
La temporada 2025 de Rune terminó abruptamente con la rotura completa del tendón de Aquiles durante las semifinales de Estocolmo. Abandonó la pista con 2-2 en el segundo set ante Ugo Humbert y luego confirmó en Instagram el alcance del daño: una rotura total del Aquiles proximal que requiere cirugía. Admitió que la recuperación “va a llevar mucho tiempo” y escribió que fue “insoportable” aceptar el parón repentino después de disfrutar de una gran racha de forma.
Saville ve tanto el brillo como el riesgo en la mentalidad de Rune. Señaló que él cree que puede mejorar “cada día y cada segundo”, una intensidad que admira pero que también teme que pueda llevarlo demasiado lejos. Para ella, el reto de Rune será aprender a canalizar ese empuje feroz sin dejar que lo consuma, especialmente a través de un proceso de rehabilitación largo y monótono que puede quebrar incluso a los competidores más duros.
Draper: el zurdo con potencia pesada y un currículum de peso
La temporada de Draper, por su parte, exhibió el tipo de pegada que Saville cree que puede definir la próxima era del deporte. Terminó 2025 como número 10 del mundo, tras pasar meses dentro del top 5 y conquistar el título de Indian Wells. También alcanzó las finales en Madrid y Doha antes de someterse a una operación tras su sorprendente derrota en segunda ronda de Wimbledon ante Marin Cilic. Su año concluyó con un balance de 30-9 y más de $3.4 millones en premios.
Pese al contratiempo a mitad de curso, el techo de Draper sigue siendo alto. Saville destacó cómo ya tiene “las armas para unirse a Alcaraz y Sinner”, dijo. “Necesita una temporada completa en la pista y poner su cuerpo a punto”. Sus próximos retos incluyen las UTS Finals en Londres y la United Cup en Australia, donde hará equipo con Emma Raducanu. Si su cuerpo responde, Saville cree que Draper podría ser uno de los jugadores definitorios de la campaña 2026.