El caso de dopaje de
Jannik Sinner sigue dando de qué hablar. Después que
Rafael Nadal diera su opinión, ha sido el turno de otra de las mayores leyendas de la historia del tenis de dar la suya.
Roger Federer confía en la inocencia del italiano pero entiende las preguntas que hay al respecto.
Desde su punto de vista, la culpa es de que se le permitiera seguir jugando cuando sabían que algo no estaba al 100% y que había que hacerse preguntas.
Sin embargo, la respuesta fue muy democrática, ya que Federer pidió que se confiara en el proceso y no en la caza de brujas. Sinner ha recibido críticas de algunos sectores del tenis por su implicación en este asunto en las últimas semanas.
Aunque ha jugado con más libertad, parece que ahora se lo ha quitado de encima y puede jugar como quiere sin que ese problema se cierna sobre él. Federer se encuentra en la ciudad para presenciar el US Open y seguir en contacto con el mundo del tenis, a pesar de no querer seguir participando como entrenador o comentarista.
"Es la pesadilla de todo atleta y de todo equipo tener estas denuncias y estos problemas, porque rellenamos estos formularios todos los días. Y viven contigo. Cada mañana, cuando te levantas, piensas: '¿Hay alguien en la puerta que viene a examinarme? Así que es realmente difícil", declaró Federer en una entrevista concedida a
Today.
"Entiendo la frustración de: '¿Se le ha tratado igual que a los demás? Creo que todos confiamos en que Jannik no hizo nada, pero la incoherencia de que no tuviera que quedarse fuera mientras no estaban seguros al cien por cien de lo que pasaba, creo que es la pregunta que hay que responder. Pero mira, es lo que es, y tenemos que confiar en el proceso, así como en cualquiera de los implicados aquí".