Han tenido que pasar 347 días para que
Rafael Nadal haya vuelto a subirse a una pista de tenis. Ha sido en dobles en el ATP 250 de
Brisbane, donde junto a su ahora entrenador y otrora compañaero de fechorías Marc Dobles (ganaron en Río el Oro Olímpico) el maracorí ha regresado.
Lo de menos es el resultado (derrota ante la pareja australiana
Jordan Thompson y
Max Purcell por 6-4/6-4). Lo importante es que ha vuelto y lo ha hecho con buenas sensaciones físicas antes de afrontar su primer partido de individuales de este martes 2 de enero ante Dominic Thiem.
REGRESO FELIZ
El ambiente en la Pat Rafter no era el de una primera ronda de dobles de un torneo ATP 250, era el de un día especial. Ambientazo en unas gradas totalmente entregadas a un Rafa que, tras las sonrisas iniciales, desplegó desde el inicio su profesionalidad habitual, sus gestos, su mirada seria... todo su catalogo de siempre, como si no hubiera estado ni un día de baja.
PARTIDO COMPLICADO
En cuanto al partido en sí, la primera manga fue muy disputada y se decidió por un sólo break que la pareja formada por Purcell y Thompson consiguió rompiendo el servicio de Rafa. Se mostraron infalibles con sus servicios y cerraron la manga por 6-4 sin dar opciones a la pareja de oro española.
Con 3-3 en el marcador en el segundo set tras unos primeros juegos igualados, los australianos volvieron a apretar al resto y conseguieron la rotura que a la postre acabó siendo definitiva en el duelo. Los aussi cerraron el duelo por un doble 6-4.
CONCLUSIONES
La derrota ante una pareja de dos jugadores australianos que juegan a la perfección el saque volea en pista rápida es completamente normal para la pareja Nadal-López. Lo importante es que el maracorí ha podido volver a sentir la adrenalina de la competición y ha podido sumar unos minutos en pista antes de afrontar a Thiem el próximo martes. Las sensaciones físicas parece que fueron buenas. ¡RAFA ESTÁ DE VUELTA!