Rafael Nadal ha recordado recientemente la final del Open de Australia de 2022 contra Daniil Medvedev, admitiendo que pensó que iba a perder el partido. El español protagonizó una de las últimas grandes remontadas de su carrera para asegurarse su segundo título del Abierto de Australia.
Fue un torneo épico para el ex número 1 del mundo, que derrotó a jugadores como Denis Shapovalov y Matteo Berrettini en su camino hacia su sexta final en Melbourne. Nadal había caído previamente en cuatro finales del Abierto de Australia (2012, 2014, 2017 y 2019), pero no dejó escapar esta oportunidad.
En la final, Nadal tuvo que emplearse a fondo contra Medvedev, remontando dos sets en contra para hacerse con el título. Tras ceder los dos primeros sets por 3-6 y 6-7, se encontró con una desventaja de 2-3, 0-40 en el tercero. Tras varios puntos de ruptura, Nadal logró mantener el servicio y rompió a Medvedev en el noveno juego para llevarse el set por 6-4 y mantener vivas sus esperanzas.
Lo que siguió fue una batalla épica. Nadal se llevó el cuarto set por 6-4, llevando el partido a un quinto set decisivo. Se puso 5-3 por delante en el último set, pero Medvedev le devolvió la rotura e igualó la contienda (5-5). Sin embargo, Nadal remontó de nuevo, recuperando la ruptura y sellando en última instancia una de las victorias más notables de su carrera: 3-6, 6-7(5), 6-4, 6-4, 7-5.
En ese momento, Nadal estaba empatado con Roger Federer y Novak Djokovic a 20 títulos de Grand Slam. Su victoria en Melbourne le otorgó un histórico 21º, convirtiéndole en el jugador masculino más laureado de la historia de los grandes torneos, al menos temporalmente. Pero como dijo recientemente al medio español AS, hubo momentos en ese partido en los que realmente pensó que todo había terminado.
"Pensé que iba a perder. Pero era muy importante no dejarme llevar. He sido un jugador con una buena capacidad de autocontrol", explicó Nadal. "No he sido un tenista frustrado en la pista, y aceptar las cosas te permite encontrar soluciones. Valía la pena luchar por el 4%. Ése ha sido siempre mi punto de vista".
Aquel año, Nadal inició la temporada con una racha de 21 victorias consecutivas, que sólo terminó en la final de Indian Wells, donde perdió ante Taylor Fritz, su mejor inicio de año (21-0). Sólo un par de meses después, levantó su 14º título del Abierto de Francia y su 22º trofeo de Grand Slam, aventajando en dos majors a Djokovic y Federer.