Novak Djokovic sigue desafiando a la creencia y añade otro galardón a su colección con el número 1 de 2023 tras ganar su primer partido de las
ATP Finals en Turín. El serbio se impuso a
Holger Rune por 7-6, 6-7 y 6-3 en un partido en el que las emociones estuvieron a flor de piel, según admitió, y en el que incluso llegaron a desbordarse las tensiones y el 24 veces campeón de Grand Slam destrozó dos raquetas.
Pero Djokovic mantuvo la calma en el último set para adjudicárselo y cerrar además otro año en el que es el rey del tenis. Ha sido uno con tres títulos de Grand Slam, cuatro finales de Grand Slam y sigue siendo número 1 del mundo a pesar de tener un calendario menor que cualquiera de los otros grandes nombres.
36 años y ningún signo de detenerse por parte del serbio, que admitió tras el partido que todo ahora es realmente un extra mientras afronta el resto de las Finales de la ATP con el objetivo de batir otro récord superando a Roger Federer en su séptima corona del torneo.
"Costó mucho. Fue en el primer set , cuando lanzó golpes desde la línea de fondo en los 3 ó 4 primeros puntos.. Sabía que sería una noche difícil para mí. Si quería ganar este partido, tendría que trabajar muy duro.. La importancia del partido de esta noche... sabiendo que si ganaba me aseguraría el número 1 de la clasificación. Significa mucho", declaró Djokovic.
"Se notaba que había muchas emociones en la cancha. Podía sentirlo. Tenía ganas de ganar esta noche... de quitarme ese mono de encima. Gané en París, lo que me colocó en una posición mucho mejor en la clasificación. Sabía que para llegar a Turín sólo tenía que ganar un partido. Un gran objetivo cumplido. Ahora todo lo demás es un extra".