Las leyendas del tenis italiano Adriano Panatta y Paolo Bertolucci participaron en el episodio reciente del pódcast italiano
Radio Deejay, donde hablaron —entre otros temas— del impacto de Sinner en el tenis italiano y de cómo se ha convertido en un asunto recurrente sobre el que les piden opinión.
Panatta confesó que el público les pregunta constantemente por Sinner: “Ahora estoy obligado porque, en cualquier caso, nos paran en la calle todo el tiempo y la pregunta clásica es: ‘¿Cómo está Sinner?’ ¡Pero no sabemos cómo está Sinner! ¿Por qué deberíamos saber cómo está? ¿Frecuentamos con él? No, absolutamente no. Él [Paolo] un poco más, pero yo lo he visto dos veces en mi vida. ‘Hola, hola, ¿cómo va? Bien.’ Y ya está.”
Bertolucci subrayó que el éxito del tenis italiano forma parte de ciclos, más que de la influencia de un solo jugador. “Creo que son momentos, son ciclos. A veces es en el circuito masculino, a veces en el femenino. Tuvimos un equipo muy fuerte en el femenino hace unos años. Hay naciones, como fue Suecia, que han desaparecido completamente del primer plano. Luego está España, que siempre ha producido jugadores. Ahora Francia está en crisis. Y ahora nos toca a nosotros estar en la cima del mundo, así que disfrutemos estos años.”
Ambas leyendas señalaron cómo el material, el entrenamiento y la evolución de la técnica han transformado el tenis moderno. Bertolucci describió la diferencia con las raquetas contemporáneas: “Y ahora, con las raquetas nuevas, puedes jugar de otra manera. Así que juegan con otros agarres para dar rotación, top spin, llamémoslo así. Ahora es completamente diferente. Además con estas raquetas… y también las cuerdas. Las cuerdas han tenido una evolución tremenda. Nosotros jugábamos con tripa. Sin duda. Y ahora logran golpear tiros que con nuestras raquetas no se podían hacer.”
Panatta enfatizó cómo el estilo de juego se ha estandarizado en la élite, en contraste con épocas anteriores. “Ambas cosas. Son muy, muy fuertes. ¿Y sabes qué? El tipo de juego se ha vuelto muy estandarizado. Entonces… pasaba incluso cuando jugaban Borg o Vilas, por ejemplo. Mientras jugaran contra quienes jugaban como ellos, siempre ganaban. ¡Eran Borg y Vilas! Luego se encontraban con McEnroe, o de vez en cuando conmigo… y perdían porque jugábamos completamente diferente. Ahora todos juegan igual.”
El tenis moderno y el auge de jugadores excepcionales
Panatta y Bertolucci compararon a las estrellas actuales con generaciones pasadas, destacando el físico y el escaso juego de red. Panatta argumentó: “El material, la forma de entrenar y todo eso. Ya no hay atacantes. Sí, ya nadie sube a la red.” Bertolucci añadió que la velocidad y la fisicidad del tenis moderno reducen las opciones para la creatividad técnica. “Pero por otro lado, es igual que en todos los deportes: se han vuelto mucho más físicos y menos técnicos. Ahora la pelota va a tal velocidad que no hay tiempo para pensar.”
También especularon sobre futuros extremos en el tenis. Panatta imaginó atletas de tamaño y potencia sin precedentes: “Estamos al principio. Hice una predicción de que en unos diez años, como máximo 15, serán todos jugadores como los de la NBA. Es decir, de 2,10 m, 2,15 m de altura, sacando a 350 km/h. Sí, una pelota que llega desde 5 metros [de altura]… el tenis se acaba y no hablamos más porque no lo aguantamos.” Bertolucci comentó sobre la adaptación de los jugadores más altos: “Sin embargo, ya estamos en 1,90 m para arriba. Pero se mueven como jugadores que antes medían 1,80 m. Pero no es posible… por ejemplo, en el baloncesto es lo mismo.”
Pese a la evolución del tenis, tanto Panatta como Bertolucci lamentaron la ausencia de variedad en los estilos competitivos. Panatta enfatizó el dominio de los dos líderes: “¿Ahora ellos [Sinner/Alcaraz] no pierden ni aunque alguien les dispare desde la grada? ¿Es que son exageradamente fuertes o que los demás…? Ambas cosas. Son muy, muy fuertes.” Bertolucci enmarcó esto dentro de tendencias deportivas más amplias: “Todos los deportes se han vuelto mucho más físicos y menos técnicos.”
Las leyendas italianas también abordaron la importancia de la historia y la tradición en el tenis, especialmente en lo relativo al material y a las superficies. Bertolucci recordó las modificaciones en la hierba: “Pusieron un tipo de césped distinto, hicieron un tratamiento de corte diferente, y ahora se juega como en tierra batida. La pelota además tiene un 8% más de diámetro. Las nuestras eran mucho más pequeñas y mucho más duras.” Sus reflexiones subrayan el delicado equilibrio entre evolución y legado en este deporte, especialmente en la formación de talentos como Sinner.