Caótico en el peor de los momentos,
Corentin Moutet pasó de eso a la pura hilaridad al jugar en el Abierto de Córdoba y protagonizar una increíble secuencia de acontecimientos que realmente desconcertó.
Moutet dejó atónitos a sus seguidores al ser derrotado en la primera ronda de la fase previa del ATP 250, en la que cayó ante Mariano Navone por 5-7, 6-2 y 6-2. Pero fue el propio Moutet quien acaparó todos los titulares, quizá por las razones equivocadas, con un trío de acontecimientos realmente desconcertantes.
En primer lugar, Moutet decidió, en lugar de beber agua, pedir un litro y medio de Pepsi, lo que levantó ampollas, ya que se lo bebió ante las cámaras y lo sostuvo en alto como si fuera un trofeo. Supuestamente dijo que era su "último recurso" y que quería dejar de tomar esta bebida tan azucarada debido a sus problemas de lesiones y, por supuesto, a que su forma física no se veía favorecida por su consumo.
Aparte del chapuzón en la Pepsi, fue fotografiado discutiendo con un miembro del público durante el partido y parecía descontento durante el enfrentamiento. Después se dispuso a recibir tratamiento del fisioterapeuta, pero se negó a ello. Después de pedirlo en un primer momento, cuando llegaron, se negó a participar y rechazó todo tipo de tratamiento. Desconcertante por parte de Moutet.
Escribió en X tras el partido. "Pensaba que estaba listo para competir pero mi cuerpo me dejó en 7/5 2/1... Lo intenté todo para luchar hasta el final pero no fue suficiente. (Incluso probé lo de la Pepsi que no bebía desde hace un año quizás). Todavía en proceso de volver al 100%. Lleva su tiempo. Pero practico bien, así que seguro que llegará mi momento. Gracias por el apoyo".