La final entre Jannik Sinner y Daniil Medvedev será la primera sin Rafa Nadal, Novak Djokovic ni Roger Federer en el Open de Australia desde 2005

La victoria histórica de Jannik Sinner ante Novak Djokovic en las semifinales del Open de Australia 2024 establece un hito al asegurar la primera final del torneo sin la presencia de ningún miembro del Big-3 desde 2005.

La hegemonía de Roger Federer, Rafael Nadal y Djokovic es bien conocida, especialmente en los Grand Slams, pero el cambio de era se está haciendo poco a poco patente, con la retirada de Federer y la escasa competición de Nadal en los últimos 12 meses. Sin embargo, Djokovic sigue siendo el número 1 del mundo y era el favorito para ganar el título de Melbourne por undécima vez, una hazaña que Sinner impidió.

De este modo, la final del Abierto de Australia de 2024 no contará con ninguno de los tres grandes por primera vez desde 2005, cuando se enfrentaron Marat Safin y el local Lleyton Hewitt, con victoria para Safin.

De 2006 en adelante, 17 ediciones fueron ganadas por un miembro del Big-3: 10 para Djokovic, 5 para Federer (que ya había ganado el título en 2004) y 2 para Rafael Nadal. El único jugador que rompió la racha de trofeos del Big-3 fue Stan Wawrinka en 2014, derrotando a Nadal en su esquivo Grand Slam.

Por otra parte, cuatro finales tuvieron como protagonistas a dos miembros de los Tres Grandes: En 2009, Nadal superó a Federer en un increíble partido a dos sets para lograr su primer título en Melbourne. Sin embargo, la suerte no estuvo del lado de Nadal en las siguientes finales, en las que cayó ante Djokovic (2012, 2019) y Federer (2017).

Durante el mismo periodo, Andy Murray llegó a cinco finales pero nunca logró el título, y Daniil Medvedev tuvo dos apariciones en la final en 2021 y 2022, ambas terminaron en derrota, primero contra Djokovic y luego contra Nadal.

Esta vez, Medvedev tendrá su tercera oportunidad en la Rod Laver Arena, enfrentándose al mejor jugador de los últimos meses, que consiguió su tercera victoria sobre Djokovic en sólo tres meses y alcanzó su primera final de Grand Slam con una actuación dominante, en la que Djokovic no tuvo ni una sola oportunidad de break en el partido (6-2, 6-2, 6-7, 6-3).