Fallece a los 59 años el primer entrenador de Roger Federer en Wimbledon, Peter Lundgren

Peter Lundgren, el entrenador que supervisó la conquista del primero de los ocho títulos de Wimbledon de Roger Federer, ha fallecido a la edad de 59 años.

Lundgren fue un jugador de éxito. Subió 234 puestos en una temporada hasta alcanzar el número 31 del mundo en 1985, y en 1987 llegó al número 25, el más alto de su carrera. Ganó un título en Colonia y fue apodado el nuevo Bjorn Borg debido a su larga melena, que se parecía a la de su compatriota;

Pero a menudo estuvo a la sombra de Mats Wilander y Stefan Edberg, entre otros. Se retiró con 30 años y se dedicó a entrenar. Llevó a Marcelo Ríos al top 10, lo que alertó a la comunidad tenística de su talento como entrenador. Trabajó con la Federación Suiza de Tenis, donde se topó con Roger Federer, a quien entrenó hasta la gloria de Wimbledon en 2003.

Después llevó a Marat Safin al Open de Australia, antes de entrenar en un sinfín de países y a muchos jugadores de primera fila. Entrenó a Marcos Baghdatis, Grigor Dimitrov y Stan Wawrinka antes de entrenar a Daniela Hantuchova al final de su carrera.

Su familia ha confirmado hoy la triste noticia en Facebook. Ya había tenido problemas de salud y hace un año tuvieron que amputarle un pie.

"Iba a dar una actualización sobre mi pie", escribió. "Desgraciadamente, me tuvieron que amputar el pie y un poco más arriba hace 10 días, debido a la infección que tuve y a que mi tobillo roto no se curó por mi diabetes tipo 2, que provoca mala circulación. Pero ahora me siento bien de nuevo y pronto empezará mi rehabilitación".

Aunque sólo estuvo con Federer de forma fugaz, dejó huella en su carrera, ya que Federer ganó el título otras siete veces.

También, como era de esperar, se convirtió en uno de los mejores entrenadores del mundo, entrenando a muchos nombres importantes e incluso al equipo británico de Copa Davis en algún momento. Un jugador que quizás no logró tanto debido a los otros grandes talentos de la época, sin duda hizo más que suficiente para emerger como entrenador. Una triste pérdida para el tenis.