Para
Learner Tien, el camino de regreso a la King Abdullah Sports City no ha sido en absoluto una línea recta; ha sido una trayectoria ascendente que ha redefinido toda su carrera. Doce meses atrás, el estadounidense se sentó en su banquillo, viendo a Joao Fonseca levantar el trofeo bajo el confeti, un subcampeonato que fue una píldora amarga pero necesaria de tragar. Este domingo, sin embargo, Tien salta a la pista no solo como aspirante, sino como el indiscutible rival a batir.
El jugador de 20 años regresa a la final del
Next Gen ATP Finals por segundo año consecutivo, pero el tenista que se situará al otro lado de la red frente a Alexander Blockx es muy distinto del que se quedó corto en 2024. Esta temporada ha visto a Tien pasar de “promesa” a una amenaza real del ATP Tour, disparándose en el ranking hasta su mejor marca, el número 28 del mundo. Es una transformación impulsada por garra, madurez táctica y la negativa a quedar definido por ocasiones perdidas.
Tien se aseguró su plaza en la final tras desarmar con autoridad a su compatriota y gran amigo Nishesh Basavareddy en semifinales, un partido donde su mayor experiencia en momentos de máxima presión fue el factor decisivo. Si el año pasado llegó a Yeda buscando demostrar que pertenecía, esta semana aterrizó con la diana en la espalda: el jugador mejor clasificado del cuadro y el referente de la clase “Next Gen” de 2025.
Aun así, pese al peso de las expectativas y la oportunidad de convertirse en el segundo campeón estadounidense en la historia del evento (uniéndose a Brandon Nakashima), Tien mantiene su habitual sobriedad. Su porte durante toda la semana ha sido de confianza serena, un rasgo que le ha servido en una temporada de despegue en la que alzó su primer título ATP. “Creo que he mejorado en gestionarme semana a semana”, admitió Tien a
Arab News antes del duelo final. “Gestionar las victorias, gestionar las derrotas… mentalmente, fuera de la pista, eso es lo que más ha mejorado.”
Del desconsuelo al metal: la evolución de una estrella del Top 30
Para entender lo que se juega en la final del domingo, hay que mirar el camino que Tien ha recorrido desde su derrota ante Fonseca en diciembre pasado. La temporada 2025 fue poco menos que una revelación. El zurdo no solo compitió; arrasó, conquistando su primer título ATP 250 en Metz con una exhibición de oficio que desmentía su juventud. Ese triunfo fue la guinda a una campaña en la que también alcanzó la final del ATP 500 de Pekín, donde derribó a gigantes del circuito antes de ceder en el partido por el título.
Esos resultados han añadido una nueva capa de blindaje a su juego. Cuando dice, “Intento no ponerme demasiada presión”, no es un cliché; es un mecanismo de supervivencia afinado frente a los mejores del mundo. “Todos quieren atrapar al de arriba”, señaló Tien sobre su condición de favorito del grupo. “Ha sido genial ver a todos los jóvenes empujándonos entre nosotros este año, pero yo solo intento venir y disfrutar porque estoy jugando todos estos torneos por primera vez.”
Su rápido ascenso al Top 30 ha estado guiado por la mano firme del ex campeón de Grand Slam Michael Chang, cuya influencia es palpable en la resiliencia defensiva y la selección de golpes de Tien. La “molienda Challenger” de 2023 y 2024 parece ya un recuerdo lejano; Tien es un fijo del circuito principal, y su regreso a Yeda va menos de ganar experiencia y más de validar su nuevo estatus.
El último escollo: descifrar el enigma Blockx
En su camino se planta Alexander Blockx, el belga revelación que ha sido el tapado del torneo. Blockx llega a la final invicto en la fase de grupos y tras una dura victoria sobre Nicolai Budkov Kjaer. El duelo ofrece un contraste de estilos fascinante: la astucia zurda, la capacidad de contraataque y la precisión geométrica de Tien frente a la potencia agresiva desde el fondo y el estilo europeo de Blockx.
También hay antecedentes. Se midieron en la final junior del Abierto de Australia 2023, un partido que Blockx ganó en un thriller. Para Tien, esto añade otra capa al relato: vengar una derrota juvenil mientras borra a la vez el recuerdo de la final del Next Gen del año pasado. Sin embargo, Tien se niega a ver el partido con el filtro de la revancha. “Un partido no define tu temporada, no define tu carrera”, dijo, en eco al consejo que ha recibido de su equipo durante su año de eclosión.