Alexander Zverev abandonó la pista de Turín visiblemente decepcionado, pero también lleno de respeto por el hombre que le derrotó. Tras
perder 6-4, 6-3 con Jannik Sinner en la
fase de Round Robin de las
ATP Finals, el alemán habló abiertamente de lo que marcó la diferencia: el saque de Sinner y sus propias oportunidades desperdiciadas. Pese a generar siete bolas de break, Zverev no convirtió ninguna, un detalle que definió su noche.
“La mayor diferencia fue cómo sacó en los puntos de break”, dijo Zverev. “Tuve más bolas de break que él. Me sentí muy bien desde el fondo, de hecho mejor que en Viena, pero él tuvo dos opciones de romperme y aprovechó ambas. Yo tuve muchas y no aproveché ninguna.”
Zverev subrayó que el marcador no reflejó del todo el equilibrio del juego. “En mi opinión, el partido fue más parejo de lo que quizá indica el resultado”, reflexionó. “Especialmente desde el fondo, jugamos muy bien. Pero a veces, cuando él tiene un día como este, en el que saca de forma increíble, se vuelve muy difícil.” Su evaluación fue analítica más que amarga: el tono de un competidor que conoce lo fino que es el margen a este nivel.
También reconoció que el saque de Sinner ha cambiado desde su primer enfrentamiento hace dos años. “Por supuesto que mejoró mucho el servicio”, dijo Zverev. “Tuvo siete primeros saques en siete bolas de break. Ni siquiera entré en el peloteo. Eso es lo que marca la diferencia. Desde el fondo, el nivel fue alto, pero simplemente aprovechó sus ocasiones mucho, mucho mejor que yo.”
“No siempre lo juzguéis por el marcador”: Zverev sobre progreso, salud y perspectiva
Para Zverev, la derrota no fue solo una lección de ejecución, sino un recordatorio de su propia temporada complicada. Ha lidiado con lesiones recurrentes durante el año, algo que siente que ha limitado su capacidad de mejorar. “Lo primero es mantenerme sano y sin lesiones”, admitió. “Este año fue una pesadilla para mí en cuanto a lesiones. Es difícil mejorar cuando siempre estás intentando simplemente ponerte bien.”
Rechazó la idea de que el marcador contara toda la historia. “Claro, para vosotros es fácil hacer estas preguntas porque el resultado dice 6-4, 6-3”, dijo a los periodistas. “Pero si miras más a fondo el partido, podría haber sido más que eso. No siempre lo juzguéis por el marcador.”
Al ser preguntado por lo que él y otros jugadores deben hacer para recortar la brecha con el número uno del mundo, Zverev volvió a señalar la ejecución en los momentos clave. “Aprovechar las bolas de break es obviamente muy importante”, dijo. “Contra Jannick, es uno de los mejores restadores. Siempre tienes un juego titubeante, y si él aprovecha la ocasión y tú no, ese es el resultado. Así de simple.”
Aun así, no hubo resignación en sus palabras. Más bien, un punto de determinación por tener otra oportunidad contra el italiano a finales de semana. Al resumir sus sensaciones, Zverev fue escueto, mezcla de frustración, respeto y ambición contenida: “Espero volver a verlo esta semana.”
El tres veces finalista de Grand Slam deberá centrarse en su próximo desafío si quiere volver a medirse con Sinner. El alemán disputará su tercer partido del grupo contra Felix Auger-Aliassime, con el ganador jugando por un puesto en semifinales. El H2H lo domina el alemán por 6-3, aunque el canadiense fue el vencedor en su único duelo de este año, hace dos meses en la tercera ronda del US Open (4-6, 7-6, 6-4, 6-4).
Felix jugará por la opción de avanzar por primera vez a semifinales en las ATP Finals y entrar en el Top 5 en caso de victoria, mientras Zverev se mantiene cómodo como número 3 del mundo y con opciones de acceder a semifinales por quinta vez en su carrera —con títulos en 2018 y 2021.