La estrella retirada del tenis Andre Agassi era conocido por su carácter extrovertido y a veces excéntrico dentro y fuera de la pista, y el escritor que escribió su autobiografía lo confirma al recordar un momento en el que fue menospreciado por el estadounidense durante un late-night.
JR Moehringer, guionista de la autobiografía de Agassi "Open", habló recientemente de una noche en la que, al encender la televisión, vio a Agassi en un programa de televisión con su habitual encanto y humildad.
"Estaba Andre Agassi, en un late-night", dijo Moehringer en una entrevista con The New Yorker. "El presentador elogiaba "Open", y Agassi se comportaba como siempre, encantador y humilde. Ahora el presentador elogiaba el guión. Agassi siguió siendo humilde. Gracias, gracias".
Moehringer esperaba que Agassi mencionara su nombre durante la entrevista, ya que el ex número 1 del mundo se había ofrecido a poner su nombre en el libro, a lo que el escritor se negó cortésmente. Sin embargo, Agassi no hizo ningún intento de informar al presentador de que era el escritor el que había escrito la mayor parte del libro, lo que le hizo gritar obscenidades a la televisión.
"Pero me atreví a esperar que me mencionara... ¿a mí? Una esperanza indefendible, ilógica: Andre Agassi me había pedido que pusiera mi nombre en la portada, y yo me había negado", admitió Moehringer. "Sin embargo, justo antes de desmayarme, empecé a murmurar al televisor: "Di mi nombre". Hablé un poco más alto. "¡Di mi nombre!" Me puse bastante ruidoso. "¡Di mi puto nombre!"".
Sin embargo, este arrebato llevó al escritor a darse cuenta de que estaba centrado en su propio narcisismo. La revelación le permitió llegar a la conclusión de que necesitaba redescubrir su pasión, que era escribir sus propios libros.
"Me lo tomé como una lección", reflexionó Moehringer. "La culpa fue del NyQuil, pero también del narcisismo rastrero. Los dioses me estaban amonestando: No puedes ser Mister Rogers mientras escribes el libro y John McEnroe cuando lo terminas". Me fui de Vermont con una nueva claridad. No estoy hecho para esto de ser escritor fantasma. Necesitaba volver a mi primer amor, el periodismo, y escribir mis propios libros".