Todas las alarmas saltaron ayer en París cuando supimos que Rafa Nadal no iba a entrenarse junto a Alexander Zverev como tenía previsto en un principio debido a unas molestias. A 48 horas de su debut en el cuadro de dobles de los
Juegos Olímpicos junto a Carlos Alcaraz esto suponía todo una bomba.
El maracorí, tras más de un año lesionado, consiguió llegar sano al pasado Roland Garros y la semana pasada también jugó sin molestias partidos muy largos en Bastad. Ahora, sin embargo, nota molestias en el abductor que hacen peligrar su presencia en el torneo olímpico o que podría hacerle sólo centrarse en el dobles y no en el cuadro individual.
Carlos Moyá, su entrenador, habló ayer en el Partidazo de Cope de su situación sin poner paños calientes: Siempre que se cancela un entrenamiento no es lo ideal cuando venimos de una progresión. Toda precaución es poca. Las 48 horas siguientes a la molestia, son fundamentales".
Sin confirmar que Nadal va a poder jugar, Moyá intentaba no mostrarse del todo pesimista por lo sucedido: "No es su mejor momento porque es un pequeño paso atrás, pero seamos optimistas y que el sábado esté bien. No se trata de una lesión que impida jugar porque entonces ya no estaríamos en París, pero una molestia viene por algo y somos precavidos".
¿Retirada?
Sobre si podría darse la retirada en caso de recaía, Carlos no se atreve a descartarla: "Están pasando tantas cosas y lleva tanto en el alambre... Después de una lesión tan grave como la del año pasado, siempre tengo la esperanza de que llegue el momento que haga 'click' en los partidos. Con tantos inconvenientes, Roland Garros fue el primer torneo que jugó libre de preocupaciones. Y cuando pensamos que iba a tener continuidad, visto lo que pasó en Suecia, llega estre contratiempo".