El ex número uno del mundo,
Boris Becker, se ha sincerado sobre su paso por prisión. Considerado el mejor tenista alemán de la historia, Becker, de 57 años, fue encarcelado en el Reino Unido en 2022 por ocultar bienes por un valor de 2,5 millones de libras. El escándalo estalló después de que se declarara en bancarrota.
Fue condenado a dos años y medio de prisión, aunque recuperó la libertad tras cumplir solo ocho meses. En una entrevista reciente con Sports Illustrated, Becker se emocionó al hablar sobre su experiencia en prisión y aseguró que fue un periodo de grandes aprendizajes.
«Todas las crisis que he superado en mi vida han tenido un efecto positivo; siempre he aprendido más de mis derrotas que de mis victorias», afirmó. «Pero esta fue, sin duda, una crisis profundamente existencial, en la que era fundamental reencontrarme conmigo mismo. Como antes de Wimbledon 1986: estaba en crisis deportiva y decidí hacer lo que creía correcto. Y funcionó. Incluso durante mi tiempo en prisión volví a encontrarme. No tenía alternativa. Cuando lo pierdes todo —la libertad, la familia, el dinero, la casa— lo único que queda es tu personalidad, tu carácter. Y en eso me refugié. Mi interior siempre ha sido mi lugar seguro en los momentos difíciles».
Becker se retiró del tenis profesional en 1999, tras una carrera en la que conquistó seis títulos de Grand Slam. En 2003 fue incluido en el Salón de la Fama del Tenis. En total, acumuló 49 títulos a lo largo de su trayectoria. Wimbledon fue su torneo más exitoso, con tres coronas. Su primer gran título llegó precisamente allí, en 1985, cuando venció al estadounidense Kevin Curren en una emocionante final a cinco sets: 6-3, 6-7(4), 7-6(3), 6-4. Su último triunfo en un ‘major’ fue en el Abierto de Australia de 1996, donde se impuso a Michael Chang por 6-2, 6-4, 2-6 y 6-2.