Esta mañana nos hemos despertado en España con la horrible noticia de la retirada de
Rafael Nadal Parera de
Indian Wells. El maracorí decidía dar un paso a un lado debido a una contractura en la espalda que ya le hizo no poder jugar en condiciones la exhibición de Netflix en Las Vegas frente a Carlos Alcaraz.
Ya en en la retransmisión de ese duelo David Ferrer comentó que Nadal sufría unas molestías que claramente han ido a más y que no le dejaban sacar. Y no podemos decir que no sea preocupante su evolución en 2024 antes del momento más importante de la temporada para él: la gira de tierra batida.
Y es que Rafa quiere, Rafa lo intenta, pero Rafa no puede. Quiso en Brisbane y no pudo llegar al Open de Australia. Quiso en Doha y no pudo llegar a Indian Wells. Nadal nunca ha afrontado en su vida una gira de tierra sin haber jugado algún torneo en pista rápida antes y, aunque suponemos que querrá llegar a Monte-Carlo el próximo 7 de abril, aunque sabemos que lo va a intentar, visto lo visto no sabemos si va a poder.
El problema no es grave. Son unas molestias en la espalda. El verdadero problema es que no dejan de surgirle problemas. Y, si uno analiza lo que le ocurre es completamente normal. Tiene 37 años y ha disputado casi 1300 partidos como tenista profesional. Pese a que acumula 134 millones de dólares solo en premios (habría que triplicar esa cifra contando sus diferentes patrocinadores), sigue con la ambición de competir. No quiere irse sin volver a intentarlo.
Sin embargo, tras pasarse casi en blanco 2024 y regresar con muchas ganas en enero, no dejan de surgirle diferentes problemas que, aunque no son graves, si dejan muy a las claras que su castigado físico está empezando a decirle basta. Él tiene entre ceja y ceja llegar a
Roland Garros y merece llegar a jugarlo en condiciones decentes. Para ello necesita que no vuelvan a surgirle molestias como la de Brisbane o como las de esta semana en la espalda.
Cuando vuelva a su casa a Manacor podrá evaluar exactamente lo que le ha ocurrido y cuál es el siguiente plan. Aquí en Tenisaldia siempre dijimos que lo mejor para él y para su físico era centrarse en tierra batida y dejar a un lado la pista dura. Ahora no le queda otra. ¿Llegará a París en junio?