Carlos Alcaraz firmó una de sus actuaciones indoor más contundentes para meterse en la final de las
ATP Finals, superando con autoridad a Félix Auger-Aliassime por 6-2, 6-4, con confianza y claridad desde el primer punto. El español se mostró afinado en todos los aspectos, dictó los peloteos y conectó derechas con facilidad.
El seis veces campeón de Grand Slam encadenó su cuarta victoria consecutiva en Turín y accedió por primera vez a la final de las ATP Finals, donde se medirá al defensor del título
Jannik Sinner. Alcaraz explicó a
Tennis Channel que una clave del nivel exhibido ante Auger-Aliassime fue la conexión que sintió con la pelota. “Creo que fue simplemente la sensación de la bola en la raqueta… Estuve muy eléctrico, así que pude moverme muy rápido, pude moverme muy bien”.
Su movilidad fue determinante para quitarle tiempo al canadiense, y Alcaraz reconoció que la frescura física se tradujo directamente en confianza. Describió lo limpio que estaba golpeando, subrayando que su cobertura de pista le permitió impactar cada tiro desde una posición equilibrada. “Pude llegar a la pelota en una posición muy buena cada vez. Eso me ayudó mucho a darme mucha confianza durante el partido”, afirmó.
Con 22 años, ya se aseguró el No. 1 del mundo al cierre de temporada—tras iniciar el torneo
con una fase de Round Robin perfecta. La victoria ante Auger-Aliassime reafirmó la confianza con la que compite en Turín, superando en todos los aspectos a un jugador que cerró el curso en gran forma y ascendió al No. 5 del mundo.
El No. 1 del mundo admitió que esta actuación puede estar por encima de todos sus precedentes bajo techo, no solo por el marcador sino por la exigencia del desafío. “Como has dicho, probablemente sea el mejor partido en pista indoor que he jugado jamás contra alguien como Félix, que es un rival realmente difícil en pista cubierta, con un gran saque y golpes muy potentes”, explicó.
Satisfecho con la ejecución y el momento de una exhibición así, Alcaraz subrayó lo significativo que es alcanzar este nivel en las semifinales del torneo de maestros. “Estoy realmente, realmente orgulloso y muy feliz de jugar a este nivel en semifinales”, concluyó.
“Creo que no va a ser bonito para mí con el público”
Mirando a la final, Alcaraz celebró la idea de otro duelo de alto voltaje con Sinner, señalando lo apropiado que resulta a la vista de la temporada de ambos. Destacó que su rivalidad ha marcado el año, con los dos empujándose mutuamente en partidos grandes en los torneos más importantes. “Creo que este año tan bonito que hemos tenido ambos merece otra final al final del año”, dijo.
Ambos pasaron por la cima del ranking esta temporada, se repartieron los cuatro Grand Slams—por segundo año consecutivo—y sumaron juntos 13 títulos. Este curso ya se han enfrentado cinco veces, todas en finales, con balance favorable a Alcaraz por 4-1.
Esta vez se medirán ante un público de Turín previsiblemente volcado con Sinner, algo que Alcaraz admitió entre risas al reconocer que el ambiente quizá no sea “bonito” para él, aunque recalcó que abrazará la ocasión. “Iba a decir bonito, pero creo que no va a ser bonito para mí con el público… Creo que es uno de los retos más difíciles que tenemos ahora mismo en el deporte: enfrentar a Jannik con su público en casa en una pista indoor”, apuntó.
Pese a la presión y la atmósfera que le espera, el español insistió en que pretende disfrutar la oportunidad. Alcaraz expresó su ilusión por jugar ante una afición italiana apasionada, aunque su apoyo se incline por completo hacia su rival. “Intentaré disfrutarlo todo lo que pueda… jugar un tenis bonito para el público y entretener a la gente también”, concluyó.