A pesar de haber ganado
Wimbledon,
Carlos Alcaraz no descansará antes del próximo
US Open en pista dura y volverá a una superficie familiar esta semana.
Alcaraz aún disputará la Copa Hopman en Francia, que se jugará sobre tierra batida, y formará pareja con Rebeka Masarova. Esto ha dado pie a que algunos analistas hayan dicho que quizás no le venga bien cambiar a tierra batida antes de afrontar la gira americana de pista rápida en la que defenderá su título en Nueva York.
En un principio, iba a formar pareja con Paula Badosa, pero la española se ha quedado fuera por una lesión, al parecer demasiado precipitada tras el problema de columna que sufrió antes de Roland Garros.
Se retiró de su partido de segunda ronda con Marta Kostyuk y luego no pudo jugar los dobles mixtos con Stefanos Tsitsipas, y éste dijo graciosamente "gracias a Dios, prefiero vivir".
Aunque es menos probable que juegue tanto debido al elemento de dobles mixtos, sigue demostrando su compromiso con el torneo.
Por ejemplo, Elina Svitolina iba a jugar esta semana en Palermo, pero decidió no hacerlo tras llegar a las semifinales de Wimbledon, pero Alcaraz es un raro ejemplo de jugadora que continuará en lugar de irse de vacaciones o tomarse un tiempo libre. Un enfoque novedoso.