Carlos Alcaraz parece estar en condiciones de disputar el
Madrid Open en los próximos días. El actual número 3 del mundo aseguró que, más allá de algunas pruebas médicas pendientes, todo indica que no tendrá que ausentarse del torneo.
El murciano experimentó una molestia en el aductor del muslo derecho durante la final del Open de Barcelona frente a Holger Rune. Desde ese momento, su rendimiento bajó considerablemente y acabó cediendo el título. Sin embargo, lo que más inquietaba era la posibilidad de una lesión de mayor gravedad que lo obligara a renunciar a la cita madrileña.
Durante su paso por la alfombra roja de los Premios Laureus —donde coincidió con Rafa Nadal, galardonado con el Premio Icono del Deporte— Alcaraz quiso llevar tranquilidad. Afirmó que todo apunta a que fue solo un pequeño sobresalto.
Comentó que ya trabajó con su fisioterapeuta en vistas a su debut en el torneo. Como no está programado para jugar hasta el viernes, contará con margen suficiente para valorar si la dolencia requiere precaución adicional.
También está sobre la mesa ajustar su preparación en función de su evolución. Dado que se trata de una competición en casa, es muy probable que intente competir y que, en caso de no encontrarse al cien por cien, contemple renunciar a Roma en lugar de bajarse de Madrid. Todo dependerá de cómo avance durante la semana, aunque por el momento, el panorama es alentador.
“Sinceramente, estoy bien. No es nada fuera de lo común. Tras disputar dos semanas intensas y encadenar diez partidos en doce días, sumado al desgaste de los viajes, mi cuerpo me ha enviado una señal. No parece grave. El martes me someteré a más estudios, pero tengo buenas sensaciones”, explicó Alcaraz en su aparición pública.
“Hoy trabajé con el fisio y notamos señales positivas. Confío en que todo estará en orden para mi estreno en el torneo”.