La australiana Daria Saville brindó detalles en una entrevista reciente de cómo se planea formar una familia en un matrimonio donde ambos son deportistas profesionales. En el caso de la jugadora de 30 años, destacó que congelará óvulos para poder desarrollar con tranquilidad su carrera y luego dedicarse de lleno a su rol de madre.
La ex número 20 del mundo se casó recientemente con su pareja Luke, que también es tenista profesional. Saville admitió que si ella y Luke no fueran tenistas, ya habrían intentado tener hijos.
La deportista de 30 años ha luchado contra las lesiones durante los dos últimos años, recuperándose de dos roturas del tendón de Aquiles y problemas de fascitis plantar. Después de trabajar duro para volver al nivel competitivo, Saville publicó en Instagram en noviembre que se había sometido a un tratamiento hormonal para estimular la producción de óvulos.
La número 112 del mundo publicó en las redes sociales un vídeo en el que se autoadministraba las hormonas. A continuación, Saville publicó un vídeo en el que aparecía acudiendo a una clínica junto con una amiga antes de someterse al procedimiento de extracción de óvulos. Además, subrayó que tuvo que comprobar que la medicación se ajustaba a la normativa antidopaje antes de tomarla.
A Saville también le habían diagnosticado el síndrome de ovario poliquístico (SOP), un problema hormonal que puede reducir la fertilidad de la mujer. Aproximadamente el 10% de las mujeres lo padecen.
"Estamos en esa edad, los dos con 30 años y casados, y siempre hemos dicho que si no fuéramos atletas profesionales, probablemente ya habríamos intentado tener hijos", declaró a The Sydney Morning Herald. "Pero yo sigo jugando, y sigo queriendo competir, y por eso pensamos: "Vale, bueno, vamos a congelar óvulos"... Pude hacerlo mientras estaba lesionada porque necesitas un poco de tiempo.
"Me siento más como, "Vale, he marcado la casilla', y me hace sentir más cómoda continuando con mi carrera tenística". Pero hasta ahora sólo he hecho un ciclo. Puede que haga otro ciclo. Sé que no es una garantía en absoluto, pero me sentí como: 'Vale, esto es como un primer paso y un poco de tranquilidad'".