Sorana Cirstea no estaba contenta con el estado de la pista del
Masters de Roma y pidió un supervisor porque era "injugable".
Era un partido entre Ostapenko y Cirstea, dos jugadoras que solían ser muy buenas amigas hace unos años. El énfasis está en solían ser porque su apretón de manos después del partido sugiere que no hay más amor allí. En cualquier caso, fue un partido acalorado en muchos sentidos, como suelen ser los partidos de Ostapenko.
Cirstea abandonó el juego después del 3er juego llamando al supervisor porque la pista era impagable para ella. Le dijo al árbitro:
"Está muy mal. No, pero este es el estado de la cancha. No, toda la pista está rota. No entiendo cómo nos hacen jugar en esta pista. Es injugable".
Al final continuaron con Ostapenko ganando en tres sets.