Martina Navratilova y
Chris Evert siguen criticando la posibilidad de que Arabia Saudí acoja las
WTA Finals. Las dos leyendas del circuito femenino, que dominaron durante las décadas de 1970 y 1980 con 18 títulos de Grand Slam cada una en individuales, han sido activistas por los derechos de las tenistas y la igualdad de género desde su retirada.
La WTA ya había considerado la posibilidad de celebrar las Finales en Arabia Saudí en 2023, pero el torneo se organizó finalmente en Cancún (México), una decisión tomada apenas dos meses antes del evento.
Las especulaciones del año pasado sugieren que la intención de Arabia Saudí de acoger más torneos, tanto de la ATP como de la WTA, ha suscitado inquietud, especialmente entre las tenistas, dada la situación de los derechos humanos en el país, sobre todo en lo que respecta a las mujeres y a la comunidad LGBTQ+.
En un artículo de opinión publicado en el Washington Post, Evert y Navratilova expresaron con rotundidad su desacuerdo con que la WTA llevara sus torneos a Arabia Saudí: "Llevar un torneo allí supondría un importante paso atrás, en detrimento no sólo del deporte femenino, sino de las mujeres", afirmaron Navratilova y Everts.
"Apreciamos plenamente la importancia de respetar las diversas culturas y religiones. Es por ello, y no a pesar de ello, por lo que nos oponemos a la adjudicación del torneo joya del circuito a Riad. Los valores de la WTA contrastan con los del anfitrión propuesto".
"No sólo es un país donde las mujeres no son consideradas iguales, sino que el panorama actual incluye una ley de tutela masculina que convierte a las mujeres en propiedad de los hombres. Un país que criminaliza a la comunidad LGBTQ hasta el punto de posibles condenas a muerte. Un país cuyo historial en materia de derechos humanos y libertades fundamentales ha sido motivo de preocupación internacional durante décadas", añadieron.
"La WTA debería revisar los valores sobre los que se fundó. Creemos que esos valores ni siquiera pueden expresarse, y mucho menos alcanzarse, en Arabia Saudí. Llevar un torneo allí representaría un importante paso atrás, en detrimento no sólo del deporte femenino, sino de las mujeres. Esperamos que esto cambie algún día, ojalá dentro de los próximos cinco años. De ser así, apoyaríamos la participación allí".