Leylah Fernandez, la joven tenista canadiense, ha demostrado una notable madurez tanto dentro como fuera de las canchas. Recientemente, Fernandez se sinceró sobre la dura realidad de ser una atleta profesional, revelando cómo maneja el odio y las críticas, incluso cuando está ganando sus partidos. Ayer, en
Roland Garros, no pudo concluir su segunda ronda debido a una interrupción por la lluvia. Estaba ganando 5-3 contra Xiyu Wang cuando un aguacero detuvo el juego, dejando únicamente los torneos de exhibición como la única opción para los presentes.
En la primera ronda, Fernandez mostró su talento y determinación al imponerse con contundencia a Jessika Ponchet, ganando 6-2 y 6-0 en poco más de una hora. Sin embargo, más allá de los resultados en la cancha, Fernandez ha tenido que enfrentar otra batalla: lidiar con los mensajes de odio que recibe, sin importar si gana o pierde.
Fernandez compartió un clip en redes sociales donde se la ve recuperándose en un baño de hielo después de un partido a tres sets contra Anastasia Potapova. En el video, ella habla sobre cómo sigue el consejo de sus hermanas para manejar el odio. Sarcásticamente, calificó de "bonitos" los mensajes de odio que recibe, y afirmó que se ríe de esas personas porque, según ella, no tienen vida. A pesar de ser ella la mayor, reconoce que su hermana pequeña de 20 años le da grandes consejos, cuando en realidad debería ser al revés.
En su Instagram, Leylah Fernandez comentó: "He ganado, pero sigue siendo igual de bonito que si hubiera perdido. No pasa nada. Lo único que tengo que hacer es sonreír y disfrutar de esos mensajes". Este enfoque positivo refleja su resiliencia y capacidad para no dejarse afectar por las críticas negativas, una actitud esencial para cualquier deportista de élite.
A pesar de su mentalidad positiva, Fernandez ha tenido una serie de desafíos en las últimas semanas. Ha sufrido derrotas tempranas en varios torneos importantes, perdiendo ante Sloane Stephens en Charleston, Ons Jabeur en Madrid, y Ana Bogdan en Roma. Aunque logró derrotar a Anastasia Potapova por segunda vez en un mes en Estrasburgo, perdió en la siguiente ronda ante Liudmila Samsonova. Estas derrotas han obligado a Fernandez a reevaluar y empezar de cero, buscando mejorar y volver más fuerte.
La capacidad de Fernandez para mantener una actitud positiva frente a la adversidad es un testimonio de su carácter. A pesar de los altibajos, sigue siendo una jugadora prometedora con un futuro brillante en el tenis profesional. Su enfoque en disfrutar del juego y no dejarse llevar por el odio es un ejemplo a seguir para otros jóvenes atletas que enfrentan desafíos similares.
El Abierto de Francia representa una nueva oportunidad para Leylah Fernandez. Con su talento y determinación, tiene el potencial para superar las dificultades recientes y avanzar en el torneo. La lluvia que interrumpió su partido contra Xiyu Wang puede haber sido un contratiempo, pero también le da tiempo para recuperarse y prepararse para lo que sigue.
En un deporte donde la presión y las expectativas son constantes, la capacidad de Fernandez para manejar tanto el éxito como la crítica es admirable. Su sinceridad sobre los desafíos que enfrenta fuera de la cancha ofrece una visión honesta de la vida de una atleta profesional. Mientras continúa su carrera, el apoyo de su familia y su mentalidad resiliente serán fundamentales para su éxito.