El tenis volverá a China por parte de la WTA por primera vez en tres años tras un giro de 180 grados de la organización después de pasar la mayor parte de los últimos años pidiendo una investigación por agresión sexual contra
Peng Shuai.
Tras suspender los torneos de 2021 por temor a la libertad de Peng Shuai, que acusó a un ex funcionario del Partido Comunista de agresión sexual, la WTA inició una campaña.
En enero, la WTA declaró que el regreso a China dependería de que se resolviera la situación, incluida una investigación formal y una reunión con la jugadora.
Pero, al parecer, la propia WTA ha fracasado en su misión, ya que las autoridades chinas habrían dado garantías de su seguridad y libertad, que ahora han aceptado.
"Llevamos 16 meses en esto y estamos convencidos de que en este punto nuestras peticiones no serán atendidas", declaró a la
BBC el director ejecutivo de la WTA, Steve Simon. "Continuar con la misma estrategia no tiene sentido y se necesita un enfoque diferente. Esperemos que volviendo se puedan hacer más progresos".