Un vídeo de una polémica llamada seguida de un ataque de pánico de Zhang Shuai que le provocó la retirada ha sido la comidilla del mundo del tenis en las últimas 24 horas y los propios organizadores del torneo han sido los últimos en publicar un descarado comunicado.
Tras el incidente, la organización del
Hungarian Grand Prix ha afirmado la inocencia de Amarissa Kiara Toth, que no tuvo remordimientos.
Dijo que no entendía por qué la estrella china, que ha tenido problemas de salud mental bien documentados, armó un escándalo y fue ella quien se buscó los problemas.
"Amarissa no decidió si la bola era buena o no. Fue decisión del juez de línea y luego del juez de silla. Puede que la tenista húngara, en el primer partido de cuadro principal WTA de su vida, no se comportara en todas las situaciones, pero no hizo nada que pudiera calificarse de falta de integridad."
"Y no hay ningún desvío, ningún malentendido. Los chinos están manipulando el mundo con vídeos manipuladores", escribieron las autoridades húngaras.
Magda Linette también compartió la declaración y dijo: "Es la peor respuesta de un torneo que he visto nunca".
Daria Kasatkina se unió a jugadoras de la talla de Victoria Azarenka, Caroline Garcia y Ajla Tomljanovic, entre otras, para criticar la reacción de la húngara al celebrar la victoria mientras su rival abandonaba la pista tras sufrir un colapso mental.
Kasatkina en particular acaba de poner un emoji de rata en una de las últimas respuestas.