En un cuadro en el que figuraban Iga Swiatek y Liudmila Samsonova, por ejemplo, se produjo una inesperada final y ganadora en el
Bad Homburg Open, la última antes de Wimbledon, ya que
Katerina Siniakova se impuso el sábado por la noche.
Siniakova, número 1 del mundo en dobles, tomó ejemplo de su compañera Barbora Krejcikova y trasladó su buen momento de forma a la pista individual, donde se impuso a Lucia Bronzetti por 6-2 y 7-6(5).
También era sólo su tercer torneo desde que se recuperó de una lesión en la muñeca que la dejó fuera durante la mayor parte de la temporada de tierra batida.
Entró en la semana como número 52 y no había ganado desde Indian Wells, pero desde que rompió esa racha ganó confianza.
Una confianza que la impulsó a superar a Elisabetta Cocciaretto antes de deshacerse de la mencionada Samsonova por 7-5, 4-6 y 6-2 en cuartos de final.
Enfrentándose a otra italiana en la final, mantuvo el control desde el principio y, tras perder sólo un set en toda la semana, buscó seguir en esa línea y sirvió para llevarse la victoria por 6-2 y 5-3.
El desastre estuvo a punto de llegar cuando cometió dos dobles faltas y errores no forzados que permitieron a Bronzetti volver a la pista y forzar el tiebreak.
Después de que Bronzetti salvara tres puntos de partido, finalmente se lo adjudicó tras 16 ganadores y 27 errores no forzados. Siniakova, a Wimbledon.