La primera finalista de
Wimbledon 2024 ya está confirmada, y es
Jasmine Paolini después de un espectacular partido con el que la italiana suma su segunda final de Grand Slam consecutiva tras la de Roland Garros.
Paolini errotó a
Donna Vekic en la semifinal femenina más larga de la historia de Wimbledon, superando el récord anterior, establecido por Serena Williams en 2009, en poco más de un minuto, con el dúo en pista durante dos horas y 51 minutos. Terminó 2-6, 6-4, 7-6(2) a favor de la séptima cabeza de serie.
Fue uno de los mejores partidos femeninos de la historia del torneo, en el que Vekic lo dio todo contra la embestida de Paolini. Pero en el momento más importante de su carrera hasta la fecha, fue la italiana de 28 años la que demostró tener la fuerza y la pasión necesarias para imponerse en una batalla apasionante.
En una auténtica guerra de desgaste, en la que Vekic lloró a lágrima viva al final, se llevó el primer impulso. Rompió el servicio dos veces seguidas y se hizo con un épico primer set a su favor. Pero Paolini volvió a la carga con una tenaz italiana que nunca se rindió y preparó la Pista Central para uno de los mejores sets finales del torneo.
Superó el segundo y en el momento justo rompió para llevarse el set y tuvo que volver a mostrarse resuelta. Fue 3-1 y 4-3 abajo contra Vekic antes de cambiar las tornas y ponerse 5-4 arriba. Tuvo dos bolas de partido con el saque de Vekic y en ambas ocasiones, la croata, entre lágrimas y absolutamente agotada, logró una victoria limpia que la llevó al tie-break.
En el tie-break, Vekic parecía tener el ímpetu, ya que seguía sacando devoluciones increíbles al tiempo que parecía agotada y al borde de las lágrimas. Llegó a ponerse 3-1 arriba, con rotura de saque incluida, y se puso 6-5 por delante.
Pero en una carrera a diez en un super tie-break, favoreció a Paolini, que encontró más dinamismo en su saque en los últimos compases y cavó en el pozo que Vekic no pudo. En el primer punto de partido, Vekic aprovechó la oportunidad y la extraordinaria italiana alcanzó dos finales consecutivas de Grand Slam.