Mientras se prepara para las Finales de la WTA, 
Madison Keys reflexiona sobre su sensacional temporada 2025, su perspectiva del éxito y por qué está aprendiendo a saborear cada paso del camino al convertirse en campeona de Grand Slam y se ha deleitado haciéndolo como jugadora de más edad.
Keys, a sus 30 años, jugó por última vez en el evento en 2016 y, por supuesto, ha recorrido un largo camino en casi 10 años, cuando tenía poco más de 20. Ahora está casada y, a pesar de que siempre creyó que podía hacer lo que hizo, admitió que es más difícil a medida que pasan los años. Pero de cara a Riad, también ha evitado el agotamiento y se ha tomado tiempo después de su mayor triunfo para reflexionar y relajarse. Todo ello en medio de una agenda tenística increíblemente apretada.
"Oh, vaya, esto es realmente dramático", comenta entre risas 
al canal de YouTube de la WTA. "Esto es muy raro, muy Mago de Oz. Estoy como hablando con el mago detrás de la cortina mientras me miro a mí misma. Es un poco extraño".
El humor y la honestidad son características de Keys, que admite que nunca ha ocultado lo que siente: "Creo que me percibo bastante bien", dice. "Creo que no soy muy cerrada, te digo cómo me siento. No se me da muy bien ocultar lo que siento o lo que pienso. Siempre digo que a veces mi cara es un poco demasiado ruidosa. Intento ser honesta y auténtica, y espero que así me vea la gente".
Mejor año y lecciones de vida
Ha sido un año digno de reflexión. Keys califica 2025 como "posiblemente el mejor año" de su carrera, una temporada definida por la regularidad, las grandes rachas y el momento culminante de ganar su primer título de Grand Slam: "He tenido un montón de torneos increíbles, y ganar un Grand Slam es obviamente lo primero de mi lista", dice con una sonrisa. "Hacerlo más tarde en mi carrera ha sido algo de lo que estoy increíblemente orgullosa. Pero de nuevo, hay esa tenista dentro de mí que quiere un poco más".
Keys reconoce que esa inquietud forma parte del ADN de todo gran campeón: "¿Estoy plenamente satisfecha? No sé si alguno de nosotros lo estará alguna vez", reflexiona. "Es interesante porque oyes hablar a gente como Serena o Novak, y siempre quisieron más. Y miras sus carreras y piensas: lo has hecho todo, ¿cómo podrías querer más? Así que creo que está arraigado en todos nosotros el no estar plenamente satisfechos".
Para Keys, sin embargo, la satisfacción ha adquirido un significado diferente con la edad. Ganar sigue siendo importante, pero también lo es todo lo que lo rodea: el esfuerzo compartido, las relaciones, el proceso... "He vivido muchos momentos realmente felices en la pista", dice. "Creo que con los años me he dado cuenta de que muchas cosas no tienen que ver específicamente con ganar. Tiene mucho más que ver con poder disfrutarlo con toda la gente con la que he podido disfrutarlo".
Al principio de mi carrera, Lindsay me dijo: 'Disfruta siempre de la escalada, porque es la parte divertida'", recuerda Keys. "El tenis te hace mirar hacia adelante, porque siempre hay un torneo la semana siguiente. Así que he intentado mejorar mucho a la hora de parar, celebrarlo y aceptarlo. Realmente he intentado mejorar mucho en disfrutar de los momentos felices".
Esa conciencia de sí misma va más allá del tenis. Cuando se le pregunta qué ve cuando se mira al espejo, Keys hace una pausa antes de responder pensativamente: "Cuando me miro al espejo, me veo a mí misma", dice. "Creo que es la única constante que siempre tienes. Es la misma persona que he estado mirando durante los últimos 30 años".