“Estaba al lado de Serena y me quedé inmóvil”: Exfinalista del Open de Australia recuerda un momento inolvidable en el vestuario

La finalista del Australian Open, Jennifer Brady, compartió uno de sus momentos más reconocibles como profesional: cuando se quedó tan deslumbrada por Serena Williams que “literalmente abandonó su taquilla a medias”. En The Players Podcast, junto a Madison Keys, Jessica Pegula y Desirae Krawczyk, la estadounidense relató cómo se quedó completamente paralizada en el estrecho vestuario de Roland Garros.

“Fue en Roland Garros, y ya sabéis lo pequeño que es el espacio”, explicó Brady. “Yo estaba justo al lado de Serena y estaba vaciando mi taquilla. Tenía cuatro cajas de ropa —literalmente dos sujetadores y como un pantalón corto en una caja— y me quedé bloqueada”. Lo que vino después rozó la comedia. “Literalmente me subo al banco, camino por encima, salto las bolsas y me voy. Ni siquiera terminé de limpiar mi taquilla”.

La ex número 13 del mundo se rió al recordar la escena y admitió que se sintió demasiado intimidada como para quedarse en ese rincón. “Solo tenía la necesidad de dejarle su espacio. Pensé: ‘Estoy en su camino. Me tengo que mover’”, dijo. Para alguien que ha competido contra campeonas de Grand Slam, fue una confesión de una honestidad llamativa.

La anécdota, contada con el tono distendido y sin filtros de The Players Podcast, se convirtió rápidamente en favorita de los aficionados en redes. Para los oyentes, ofreció una mirada entre bambalinas del tenis profesional: un raro momento espontáneo donde la admiración se cruza con la incomodidad, todo condensado en unos segundos de pánico autoconsciente junto a una leyenda del juego.

La segunda confesión de Brady en el podcast fue igual de memorable, aunque esta vez no hubo leyendas, solo una cucaracha. “Era un partido nocturno”, contó. “Fui la última en irme y estaba guardando mis cosas cuando vi una cucaracha salir corriendo. Me subí a uno de los bancos y empecé a gritar como una loca”.

El alboroto fue lo bastante fuerte como para alarmar fuera del vestuario. “Sonaba de verdad como si me estuvieran atacando”, admitió Brady. “El pobre guardia de seguridad entró corriendo porque yo era la única que quedaba. Me dice: ‘¿Estás bien?’ Y yo: ‘Sí, era un bicho. Perdón’”.

La jugadora, actualmente de 30 años, se mantiene inactiva desde su último partido oficial en el China Open 2023, donde alcanzó la segunda ronda y finalmente se retiró ante Magda Linette. Desde su final del Australian Open 2021 —donde cayó ante Naomi Osaka por 6-4, 6-3— las lesiones no han dejado de perseguirla.

Fue una temporada con varias retiradas; su último partido lo disputó en Cincinnati, en agosto, donde abandonó por una lesión de rodilla mientras se medía a Jelena Ostapenko en segunda ronda. Pasó dos años fuera de las pistas hasta su regreso en julio de 2023, con altas expectativas durante la gira estadounidense en pista dura. La ex número 13 del mundo firmó un balance de 6-6 desde su vuelta, compitió casi tres meses y luego hizo otra pausa por lesión.