Emma Raducanu sigue soñando con entrar en el cuadro principal de
Roland Garros sin la necesidad de disputar la fase de clasificación. La británica hizo la misma apuesta en el Open de Australia y funcionó. En el Abierto de Francia, ahora mismo está a cuatro retiradas del cuadro, ya que Yanina Wickmayer ha sido la última en salir, lo que ha permitido a Erika Andreeva entrar en el cuadro principal.
Renata Zarazua, Sara Errani y Arina Rodionova están por delante de Raducanu y sólo faltan cuatro. Sin embargo, podría verse favorecida por algunas jugadoras más que parecen estar a punto de retirarse o que son duda, por lo que en realidad podría ser un proceso más sencillo que el del Open de Australia.
Jessica Pegula y Karolina Pliskova siguen siendo grandes dudas. Ambas no jugaron Madrid ni Roma y la primera insinuó que era poco probable que jugara Roland Garros. Tamara Korpatsch y Marie Bouzkova también son duda. Mientras que otras jugadoras que regresan como Bianca Andreescu aún no están al 100%. La canadiense entra simplemente para garantizar que si está lista estará allí.
Pero, una vez más, pone de manifiesto la posible falta de concienciación de su equipo sobre la necesidad de jugar partidos y mejorar su clasificación en lugar de depender de limosnas y wildcards. Muchas de los cuales no están por llegar, especialmente de cara al futuro. Raducanu tendrá el monopolio, por ejemplo, en hierba, pero Roma demostró que no se puede confiar en ella, con la británica, Wozniacki y Halep desairadas. Pero también Raducanu se retiró de la fase de clasificación pensando que una wildcard era inminente o después de descubrir que no la había. Cuando hay un cuadro completo, estas concesiones no son siempre una conclusión inevitable.