Los precios de las entradas en Grand Slams como
Roland Garros son bastante elevados y la programación de hoy en la Phillipe Chatrier no ha sido tan espectacular y ha dejado a los aficionados con un mal sabor de boca.
El primer partido entre
Elena Rybakina y
Sara Sorribes Tormo prometía ser largo. A la española le gusta alargar los peloteos y los partidos, pero este encuentro no fue largo porque no llegó a celebrarse. Momentos antes de que las jugadoras saltaran a la pista, la kazaja se retiró por enfermedad.
El siguiente partido fue bastante bueno entre Holger Rune y Genaro Alberto Olivieri, pero no fue especialmente competitivo y sólo duró dos horas. Rune dominó el partido y avanzó.
Iga Swiatek fue la siguiente en saltar a la pista y aplastó a su rival con un doble 6-0. El partido duró sólo 51 minutos, lo que tampoco fue gran cosa.
Al final, acabas pagando entre 150 y 300 euros por unas 3 horas de tenis, lo que no es ideal para los aficionados. No hay mucho que los organizadores puedan hacer al respecto, pero en general es una situación poco favorable para todos.