Simona Halep se prepara para enfrentar la temporada 2025 después de haber vivido la etapa más difícil de su vida como tenista profesional. La ex número 1 del mundo fue suspendida por 4 años por un caso de dopaje, viendo finalmente reducida su sanción a 9 meses. Mientras tanto, ha visto cómo Jannik Sinner e Iga Swiatek se salían con la suya y no tenían el mismo trato que tuvo ella.
Los controvertidos casos de Swiatek y Sinner han suscitado críticas, sobre todo por no haberse hecho públicos hasta que concluyeron las investigaciones. A diferencia de Halep, cuyo resultado positivo se hizo público de inmediato y dio lugar a una suspensión antes de que concluyera la investigación, Swiatek y Sinner evitaron las suspensiones.
Halep ha sido citada por muchos como un claro ejemplo de la supuesta desigualdad de trato de los jugadores en los casos de dopaje. La bicampeona de Grand Slam habló del caso Swiatek en una entrevista con The Telegraph.
"La jugadora -no quiero dar su nombre, ya sabéis de quién hablo- fue suspendida tres semanas, jugó dos pruebas y la vuelven a suspender. ¿Qué es esto? No lo entiendo. Creo que no es justo".
La rumana expresó su decepción por el hecho de que el caso de Swiatek se mantuviera en secreto, mientras que el suyo se hizo público de inmediato. "Lo que creo que tampoco es justo es que anunciaran mi caso enseguida, y yo recibí todo el calor de la prensa, y para estos dos jugadores lo mantuvieron en secreto, y sólo dijeron lo del caso cuando ya estaba todo hecho, así que es muy raro".
Halep también destacó cómo se le negó la oportunidad de jugar durante su suspensión. "Y también pedí que se levantara la suspensión provisional para poder jugar. Dije: 'Si al final creéis que soy culpable, me quitáis los puntos y todo el dinero y todo, pero dejadme jugar', porque quería mantener el ritmo. Lo pedí unas dos o tres veces, pero ahora ellos [Sinner y Swiatek] podían jugar".
La campeona de Roland Garros y Wimbledon también reflexionó sobre los retos de volver al tenis profesional tras casi dos años fuera de las pistas. "No esperaba que fuera tan difícil volver, dijo. Pensé: 'Conozco los sentimientos, sé cómo tengo que entrenar', pero de repente me resultó tan difícil gestionar las emociones antes de los partidos. Siempre me he emocionado antes de los partidos, pero ahora vuelvo a sentir náuseas en el estómago".
"Cuando jugué los partidos, me sentí un poco blanda [físicamente]. Los pasos que hay que dar hacia la bola, hacia las esquinas, no estaban ahí. Creo que el cerebro no enviaba el mensaje correcto a las piernas", añadió. "Todos los días estoy en la pista haciendo todo lo que hacía antes. Pero cuando empiezo a jugar un partido, es diferente. He jugado dos torneos, y durante tres días he estado muy dolorida. Así que éste es mi principal objetivo: jugar algunos partidos, conseguir algunas victorias, recuperar la confianza".