Wim Fissette ha disfrutado de una carrera de entrenador de enorme éxito, habiendo ayudado a jugadoras de la talla de
Victoria Azarenka, Simona Halep, Naomi Osaka, ex número uno del mundo y múltiple campeona de Grand Slam, y ahora a
Iga Swiatek.
El técnico de 45 años habló de su asociación con la polaca, centrándose en su excelente campaña en Wimbledon y en su capacidad para desconectar cuando está alejada del tenis. Además, señaló los grandes cambios en el tenis femenino y a la antigua campeona de un major que le dio la confianza necesaria para entrenar al más alto nivel.
Construir su reputación
Con un gran número de entrenadores de tenis que son nombres conocidos en el mundo del tenis con mucho calibre, a Fissette le resultó más difícil ascender hacia sus alturas. Afirmó que necesitaba un periodo para convencerse de que aquí es donde debe estar, y recibió una gran ayuda de un bicampeón de Grand Slam.
"Sí, lo hizo, pero más dentro de mí mismo. Necesitaba tiempo para tener realmente confianza y creer en mí misma, para creer que éste es mi sitio: entrenar a las mejores jugadoras del mundo", dijo Fissette en una entrevista en el podcast
The Inside-In. "Una de las jugadoras que más me ayudó a conseguirlo fue Vika (Azarenka). Fue un momento muy importante en mi carrera: estuve a punto de decidir quedarme en casa y no volver a salir de gira. Mi mujer estaba embarazada y las cosas no me iban muy bien en la gira. Entonces recibí una llamada de Vika, y confiaba tanto en mí, no sólo como entrenador, sino también en mi familia: que podían viajar donde quisieran y acompañarme siempre".
Fue un gran paso para el belga, cuyo vínculo con Azarenka es muy alto. "Fue muy especial, porque nunca creí que fuera posible compaginar el entrenamiento de una jugadora de élite con una vida familiar equilibrada. Vika también creía mucho en mi estilo de entrenamiento, por eso, después de que diera a luz, volví, porque teníamos una gran relación. Disfruté mucho de aquella época.
Qué ha cambiado en el tenis femenino
Fissette señaló dos componentes "cruciales" en el tenis femenino que han cambiado en 10 años. "En primer lugar, el saque: ahora todas las jugadoras tienen un gran primer saque, y un break significa realmente un break", dijo Fissette. "Hace diez años, no siempre era así, excepto quizá cuando jugabas contra Serena (Williams)".
También se refirió a la creciente fisicalidad de los mejores jugadores, citando a los grandes bateadores que pueden devolver potentes disparos. "En segundo lugar, el juego se ha vuelto muy físico. Los jugadores golpean más fuerte, con más efecto, e incluso desde la defensa pueden contraatacar mucho más rápido", afirmó. "Hace diez años, si golpeabas una pelota grande a la esquina, volvía en forma de slice o loopy. Ahora los jugadores son muy fuertes y rápidos desde las esquinas, y esas dos cosas han cambiado por completo el juego".
Gestión del calendario
A partir de ahí, destacó lo mucho que se juega al tenis hoy en día, señalando a Swiatek como una de las más activas. Por eso se esfuerzan tanto en mantenerla en forma y fresca, permitiéndole descansar cuando es necesario para evitar que se produzcan secuelas.
"Es un tema muy importante. Ahora tenemos todo un equipo en torno a la jugadora", afirmó. "Con Iga, soy muy afortunado: se la controla muy bien y se le hacen pruebas a diario. Juega más partidos que casi nadie en la gira, así que es importante que descanse cuando lo necesite, que tenga jornadas de entrenamiento más cortas cuando sea necesario y que presionemos sólo cuando sea el momento de hacerlo. Ese equilibrio la mantiene sana física y mentalmente. También trabaja con un psicólogo deportivo, y juntos, como equipo, tomamos esas decisiones basándonos en su estado físico y mental, no sólo en los resultados".
Fissette quedó muy impresionada por Swiatek, no sólo fuera de la pista, sino también fuera de ella. "Su intensidad en los entrenamientos es exactamente la misma que en los partidos. Lo que realmente he aprendido es cómo gestiona los días entre partidos, especialmente en los Grand Slams. Después de los partidos, se relaja totalmente, va al parque, a la playa... desconecta por completo. Es algo que sin duda aconsejaré a futuras jugadoras: la capacidad de desconectar por completo es un superpoder".
La campaña de Swiatek en Wimbledon
Tras un lento comienzo de temporada, Swiatek sólo había alcanzado una final y estaba cayendo en la clasificación en 2025, cuando se dirigía a
Wimbledon. Dos semanas después, había añadido un sexto Grand Slam a su arsenal en una superficie en la que no había sido muy valorada en el pasado.
A pesar de ello, Fissette tenía la sensación de que se estaba gestando algo especial. Cuando empecé con Iga, muchos periodistas polacos me preguntaron: "Es muy buena en tierra batida, pero ¿y en hierba? Siempre he creído que podría hacerlo bien allí. Los campeones del pasado no sólo eran grandes jugadores, sino también grandes pensadores, e Iga encaja en ese perfil.
"Después de trabajar juntas durante seis meses, llegué a conocerla mejor. Nos entrenamos en Mallorca después de París, mezclamos trabajo y descanso, y luego jugamos contra Bad Homburg.Vi que su nivel crecía partido a partido, que su confianza aumentaba día a día. Y cuando alguien como Iga gana confianza así, todo es posible. Esos dos últimos partidos, contra Bencic y Alexandrova, fueron actuaciones perfectas. Verlos de nuevo todavía me da escalofríos".