Jennifer Brady ha hablado sobre cómo no se ha librado del dolor desde la final del Open de Australia 2021, incluso después de tomarse 698 días fuera del deporte.

Brady, ex número 13 del mundo, llevaba más de año y medio sin jugar hasta su partido de la semana pasada contra Kyoka Okamura en un torneo ITF W100 celebrado en Granby (Canadá).

Aunque comenzó su reaparición con una victoria, al imponerse a su rival por 6-2 y 6-3, cayó derrotada ante Himeno Sakatsume en la segunda ronda por 6-4 y 7-6 (2). 

El parón por lesión de Brady comenzó cuando se retiró de su partido de segunda ronda en el Abierto de Cincinnati de 2021. Sintió un chasquido en el talón izquierdo mientras perseguía una bola de su rival Jelena Ostapenko.

El chasquido resultó ser un desgarro de la fascia plantar, y sus problemas se complicaron más tarde con una fractura por estrés en la rodilla derecha.

En declaraciones a ESPN, la jugadora de 28 años subrayó su alegría por volver por fin a las canchas,

"Estoy muy contenta de volver a jugar y competir. Ojalá hubiera podido disputar más partidos antes con los grandes de nuevo, pero esto sólo me servirá para poner a prueba mi nivel y ver dónde estoy, y luego podré aprender y mejorar y volver a la pista de entrenamiento y trabajar en algunas cosas y luego intentar prepararme para el próximo torneo. Pero, pase lo que pase, esto es lo que quiero hacer, si no, lo habría dejado hace tiempo".

A pesar de estar encantada de volver, la estadounidense parece estar un poco arrepentida de lo que podría haber sido si no se hubiera lesionado, y con razón.

En agosto de 2020, Brady ganó su primer título de la WTA, y sólo un mes más tarde llegó a su primera semifinal de un grande, en el Abierto de Estados Unidos, donde perdió ante Naomi Osaka, a la postre campeona. En febrero de 2021, llegó a la final del Abierto de Australia, donde fue derrotada de nuevo por Osaka;

"Sentía que estaba empezando a encontrar mi juego y estaba muy cerca de entrar en el Top 10, de hacer algo grande. Entonces fue cuando todo empezó a ir mal";

Brady se refirió en particular a la final del Grand Slam en Australia, afirmando que fue la última vez que se sintió "sin dolor" mientras jugaba,

"Supongo que se podría decir... Supongo, honestamente, que el último partido sin dolor que había jugado fue en Australia".