Bianca Andreescu, la ex campeona del Abierto de Estados Unidos, se prepara para regresar a la competición después de una ausencia de 10 meses. Mañana, enfrentará a Sara Sorribes Tormo en Roland Garros, y la joven canadiense no oculta su ansiedad. Ha sido un largo y arduo camino de vuelta para Andreescu, quien inicialmente pensó que su baja sería de apenas un mes, pero casi un año ha pasado desde la última vez que jugó un partido oficial.
Un ascenso meteórico y una caída abrupta
Andreescu irrumpió en la escena del tenis mundial en 2019, ganando títulos prestigiosos como Indian Wells, el Abierto de Canadá y el Abierto de Estados Unidos. A sus 19 años, se convirtió en una de las jugadoras más prometedoras del circuito, mostrando un juego versátil y una mentalidad competitiva. Sin embargo, su carrera no ha seguido una trayectoria ascendente continua como la de otros grandes ganadores de su época. Las lesiones han sido un obstáculo constante, frenando su crecimiento y limitando su tiempo en la cancha.
Desde 2019, Andreescu ha mostrado destellos de su talento, pero estos han sido esporádicos. Ha pasado más tiempo en la mesa de tratamiento que compitiendo de manera sostenida. Una fractura por estrés en el Abierto de Washington contra Marta Kostyuk el año pasado marcó el inicio de su más reciente ausencia prolongada. A diferencia de su lesión de tobillo en Miami, que aunque grave tuvo una recuperación relativamente rápida, la fractura por estrés ha sido un desafío mayor para su regreso.
La Larga Recuperación
La recuperación de Andreescu ha sido un proceso lento y complicado. La joven de 23 años tuvo que retirarse del torneo de Rabat la semana pasada, reconociendo que había intentado volver demasiado pronto. Sin embargo, cada lesión ha sido una lección, y Andreescu se ha mantenido positiva, aprendiendo de cada revés y utilizando nuevas herramientas para mejorar y recuperarse más rápidamente.
"Es la vez que más nerviosa he estado", confesó Andreescu en una entrevista con The Canadian Press. "Sé que significa que me importa mucho. Y realmente espero poder tomar ese nerviosismo y jugar bien con él, dejarlo todo en la cancha y no contenerme demasiado".
Su actitud refleja una madurez y una comprensión profunda de su situación. Andreescu no está simplemente enfocada en los resultados a corto plazo; su mayor satisfacción es estar de vuelta en la cancha y tener la oportunidad de competir nuevamente. "No recuerdo la última vez que me sentí así, pero creo que también es porque nunca había sentido tanta esperanza en mi tenis. Estoy muy agradecida de que mi espalda haya resistido. Tengo la oportunidad de volver a jugar, y eso lo es todo para mí".
El regreso de Andreescu a Roland Garros no sólo es un testimonio de su determinación y perseverancia, sino también una nueva oportunidad para demostrar su talento. A pesar de las interrupciones en su carrera, Andreescu sigue siendo una jugadora a la que muchos observan con expectativa. Su habilidad para aprender y adaptarse a través de sus lesiones podría ser una ventaja significativa en su camino de regreso.
"Siento que cuanto más me lesiono, más aprendo sobre mí misma y más herramientas encuentro para ayudarme, supongo, a recuperarme más rápido y a mejorar más rápido", explicó Andreescu. Esta mentalidad de aprendizaje continuo y resiliencia es lo que la mantiene adelante, a pesar de los desafíos.
El desafío en Roland Garros
Enfrentar a Sara Sorribes Tormo en la primera ronda de Roland Garros será un desafío tanto físico como mental para Andreescu. Sorribes Tormo es conocida por su tenacidad y capacidad para prolongar los puntos, lo que pondrá a prueba la resistencia y la forma física de Andreescu. Sin embargo, para la joven canadiense, este partido es más que una simple competencia; es un símbolo de su regreso y una prueba de su recuperación.
Andreescu no se considera una estrella al nivel de otros grandes campeones, pero su historia y su lucha constante contra las adversidades la convierten en una figura inspiradora. Su regreso a Roland Garros es un recordatorio de su potencial y de la tenacidad que la ha llevado a superar obstáculos significativos.